PARA EL QUE TIENE FE TODO ES POSIBLE

Sí, y ¿cómo es que habéis olvidado que el Señor tiene poder de hacer todas las cosas según su voluntad, para los hijos de los hombres, si es que ejercen la fe en él? Por tanto, seámosle fieles. (Libro de Mormón | 1 Nefi 7:12)

Sunday, July 28, 2024

Señor, ¿quién te entrega?

 

 



Ministerio  DE JUAN, HIJO DE ZEBEDEO, APÓSTOL Y EVANGELISTA en Éfeso.

 

Relatos de la Historia de Juan, hijo de Zebedeo, que se recostó sobre el pecho de nuestro Señor Jesús en la cena y le dijo:

«Señor, ¿quién te entrega?». •

Esta historia fue compuesta por Eusebio de Cesárea acerca de San Juan, quien la encontró en un libro griego, y fue traducida al siríaco, cuando se enteró de su forma de vida, su nacimiento y su morada en la ciudad de Éfeso, después de la ascensión de nuestro Señor al cielo.^

Después de la ascensión de nuestro Señor* al Cielo, cuando se cumplieron los días de Pentecostés, y el Paráclito había llegado al aposento alto, y todos los Apóstoles estaban llenos del Espíritu de santidad, y hablaban cada uno de ellos con lengua de ángeles,"* — entonces después de (algunos) días hubo el deseo de que cada uno de ellos/ estando lleno del Espíritu de santidad, saliera a predicar.>> S. Juan, cap. xiii. 25. * Ver el texto siríaco, p. 1. En B. el título es: "La historia del santo y amado San Juan el evangelista, que habló, enseñó y bautizó, con la ayuda de nuestro Señor Jesús el Mesías, en la ciudad de Éfeso". ^ B. añade Jestu. ^ Hechos, cap. ii 1 — 4, ® Las palabras dirigidas a cada uno de ellos ^ faltan en B. ) b2

LA HISTORIA, ministerio, testimonio e historia DE JUAN, proclamar y predicar la verdad del Unigénito, el Verbo de Dios,* para la gran audiencia de la fe, a todas las naciones que están bajo los cielos.

Entonces, después de que Simón Pedro hubo terminado sus palabras, dijeron (co) todos unos a otros: "Ahora que nuestro Señor Jesús ha cumplido todas las cosas que son necesarias para nuestra débil raza, es necesario que también nosotros hagamos con diligencia todo lo que Él nos mandó.

Porque ** Él nos dijo, cuando subía al cielo desde nuestro lado, mientras nos bendecía: * Id, enseñad y bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu santo y  todo aquel que crea y sea bautizado vivirá.' **

Para nosotros también, entonces, mis hermanos, es necesario trabajar y esforzarse por todo el mundo, y recorrer los países; y predicar y enseñar a todos aquellos que, en la adoración de ídolos y con libaciones a los demonios, se han arrodillado ante imágenes, y se han postrado (y) adorado *" a los demonios malditos, los hijos de la mano izquierda -/

y dediquemos nuestra obra, y dejemos que la luz brille en el oído * que el maligno ha cegado, y que el padre de la mentira sea aplastado bajo los pies de todos nosotros".

Cuando estas palabras fueron dichas entre la bendita asamblea del Apostolado, se separaron unos de otros en el cuerpo, cada uno de ellos estando lleno del Espíritu santo^ que procedía del Padre y vino a ellos, como el Hijo amado les había prometido. >>a B. la Palabra de Dios, * Porque falta en A. « S. Mateo, cb. xxviii. 19. *" S. Mark, cli. xvi. 16. « B. simplemente se han arrodillado y adorado, ' S. Mateo, cap. xxv. 33. « Naturalmente deberíamos esperar ojo, pero ambos manuscritos tienen rt^iubJMaLdo . ^

 

JUAN EL HIJO DE ZEBEDEO.

Cada uno de ellos se dirigió a la región y al país que le había sido comisionado por la gracia (de Dios).

Y sucedió que cuando esta santa virgen, es decir, Juan, el hijo de Zebedeo, salió, la gracia (de Dios) lo acompañó,* a través del Espíritu (o) de santidad,^ para que lo condujera al país de los efesios, donde dominaba la cabeza y el poder de la idolatría.

Y cuando se hubo separado y salido de Jerusalén, se dispuso a ir a Éfeso. Y al tercer día de haber partido para emprender el viaje, tomó una cruz de madera y la puso hacia el este, y arrodillándose, estaba orando y diciendo: 

 

6 LA Oración DE JUAN

 

Señor Jesús,

Ahora que Tú promesa se ha cumplido,

y todos hemos recibido de Tu plenitud,

Concede a la guirnalda de Tus discípulos,

Que dondequiera, Señor,

hagan mención de Tu nacimiento de la Virgen,

y Tu permanencia entre los hombres,

y Tu pasión en la Cruz, y Tu muerte

y Tu entrada en el sepulcro,

y Tu resurrección al tercer día,

y Tu ascensión a Tu Padre al Cielo,

la débil raza de la humanidad**

Pueda ser fortalecida.

 

A la que en su infancia el maligno engañó,

y tomó cautiva, y los condujo

* por mal camino para adorar ídolos,

 y sacrificar a los demonios,

y postrarse ante piedras insensatas.

 

¡Sí, Señor! Escucha y respóndeme.

Que los demonios y las legiones de demonios Satanás gimen,

 

Dondequiera que uno de nosotros proclame Tu Evangelio;

 y que |toda la asamblea del Apostolado se enriquezca

con el sonido de Tu alabanza,

 Por cierto, retumbando en todo lugar.

Que tiemblen los demonios ante las voces

que truenan en medio de tu Iglesia;

 

y acuérdate de tu Iglesia,

que Tú has comprado con tu preciosa sangre,

que tu Padre ha dado para que por ella

toda la creación pudiera ser expiada.

 

Tú, Señor, eres Luz de Luz;

y porque te pareció bien,

En el amor de tu Padre,

Caminaste sobre la tierra

y humillaste tu majestad,

para poder levantarnos

de la degradación a la que

El asesino del hombre

la había arrojado por su envidia.

 

Y Tú * has dicho, y nosotros hemos oído

con nuestros oídos de carne,

 

*Yo y el Padre somos uno'**,

y *el que me ha visto a mí,

ha visto al Padre;"

 

y en esta confianza, Señor,

Mi juventud te suplica

Que escuches mi oración.

Porque yo también confío

En que he recibido el Espíritu santo

Con mis compañeros,

Y de él, he aquí, lo he obtenido

y estoy lleno.

 

Y todo lo que pida a tu Padre

en tu nombre, Él me lo concederá;

y nada será demasiado difícil

para uno de los que creen en Ti,

sino que todo lo que pidan, lo recibirán.''

 

Sí, Señor,

Concédeme que pueda

Permanecer en tu Evangelio,

y prosperar en toda la verdad;

Porque digo la verdad,

que Tú eres desde el principio,

la Palabra que procede del Padre;

Y Tú apareciste al mundo en el cuerpo

derivado de Adán, de la Virgen María*,

Que fue preservada en su virginidad;

y no hubo (un tiempo) (*•) cuando el Padre

estuviera sin Ti » Y tu Sin Él.

 

y Tú antes que nosotros

Pusiste los cimientos de la tierra;

y Tu misericordia te hizo inclinarte,

y entraste por la oreja de la Virgen,

y moraste en sus nueve meses,

y saliste de ella,

y estuviste en el mundo,

en desprecio y pequeñez;

y nos elegiste del mundo,

Para que el mundo viviera

a través de nuestra predicación.

 

Ahora pues, Señor, iré* a ese lugar

Al que Tu gracia celestial me ha hecho mirar;

y que se conviertan,**

y se conviertan (mis) discípulos,

y sean bautizados en Tu nombre

y en el nombre del Padre que Te envió,

y reciban Tu Espíritu de santidad,

que ha procedido de Tu Padre,

y, que habita en nosotros;

 

y que las imágenes esculpidas del error sean destruidas;

y edifica para Ti en la ciudad de los sacerdotes

Iglesias para Tu glorificación,

Y, en lugar de la casa de los altares

Para las libaciones de los demonios,

Altares para Tus moradas ^

y que estos, que por medio nuestro ministerio

Han de tomar el camino y las sendas ^

Para volverse hacia Ti,

Hagan ascender la alabanza ^

a Ti en todo tiempo. Amén^'>>

• B. le fue dado, ^ Esta cláusula falta en B. « B. k ^ds wow. ** B. 0/ nuestra humanidad, « B. todos ellos extraviados^

B. a la voz de Tus truenos, ^ B. Para Ellos, « 'BI añade Señor, ^ S. Juan, cap. x. 30. • S. Juan, cap. xiv. 9.) ' S. Juan, cap. XV. 16. « S. Marcos, cap. ix. 23. ^ S. Mateo, \ cap. viL 7, xxi. 22. ^ B. al mundo en la carne del V. M. ^HB^ HIJO DE ZEBEDEO* 76r Tik)

 

• B. le fue dado, ^ Esta cláusula falta en B. « B. k ^ds wow. ** B. 0/ nuestra humanidad, « B. todos ellos extraviados^

B. a la voz de Tus truenos, ^ B. Para Ellos, « 'BI añade Señor, ^ S. Juan, cap. x. 30. • S. Juan, cap. xiv. 9.) ' S. Juan, cap. XV. 16. « S. Marcos, cap. ix. 23. ^ S. Mateo, \ cap. viL 7, xxi. 22. ^ B. al mundo en la carne del V. M. ^HB^ HIJO DE ZEBEDEO* 76r Tik)

Y cuando San Juan hubo terminado su oración, nuestro Señor Jesús habló con él desde el cielo y le dijo:

 

"Mi paz te he dado", y no te he dejado privado.

He aquí que yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo.*

No temas, hijo de Zebedeo. Ve y predica,

y no te preocupes por lo que vas a decir o lo que Hablarás.

Pero cuando hayas convertido a esta ciudad y a este país del error,

Otro grupo de los discípulos, que está trabajando en el Evangelio,

Está destinado a venir y ver todo lo que haré por tus manos*

y no tardará."

 

• B. le fue dado, ^ Esta cláusula falta en B. « B. k ^ds wow. ** B. 0/ nuestra humanidad, « B. todos ellos extraviados^

B. a la voz de Tus truenos, ^ B. Para Ellos, « 'BI añade Señor, ^ S. Juan, cap. x. 30. • S. Juan, cap. xiv. 9.) ' S. Juan, cap. XV. 16. « S. Marcos, cap. ix. 23. ^ S. Mateo, \ cap. viL 7, xxi. 22. ^ B. al mundo en la carne del V. M. ^HB^ HIJO DE ZEBEDEO* 76r Tik)

« B. Sé, Señor, que me voy. * B. faUdonm. « B./or Tu convocatoria. ** B. omite andpathg. • Leer con B. , ' S. Juan, xiv. 27. « S. Mateo, cap. xxriii. 20. 8 LA 8 EL ESTUDIO DE JUAN 

 

Y cuando Juan terminó de hablar con él señor, se levantó y siguió su camino confiadamente, gozoso en el gozo del Espíritu de santidad.**

Estaba Juan vestido entonces a la manera de las vestiduras de Palestina; y andaba el  descalzo, y andaba y predicaba ^ en las ciudades y en las tierras acerca de nuestro Señor Jesucristo, el Mesías, cuarenta y ocho días.

Algunos decían: "Es un loco"; y otros decían: "No;* déjenlo; porque este (hombre) ha venido de un país lejano, y no conoce a nuestros poderosos dioses. Pero cuando haya entrado y aprendido, entonces los amará y les ofrecerá sacrificios.

Pero muchas personas de Asia lo escucharon con alegría, y creyeron, y pensaron que su predicación era verdadera; y él bautizó de ellos en tres días a unas doscientas almas, y les hizo aferrarse al camino de la verdad.

 

 



 

Entonces San Juan salió y viajó para venir a la ciudad del (•») sacerdocio. Y su stistenanoe fue, desde la hora novena hasta la hora novena una vez, cuando hubo terminado su oración, pan y hierbas con un plato de lentejas hervidas* que compró para sí^ (mientras iba) de ciudad en ciudad, comiendo y bebiendo agua solamente. Y así se mantuvo>>I * S. Lucas, cap. xii. 11. * B. regocijándose con Jot/ en el Espíritu de santidad, ^ B. proclamando y predicando. * B. omite iTo. « B. omite Pero. ^ Es decir, la provincia de Éfeso. « B. omiti^ para sí. . 1?

 

 


JUAN EL HIJO DE Zebedeo. 9

El HIJO de Zebedeo se apartó, para no asociarse con los paganos.

Este grande y elegido (hombre), entonces —como hemos encontrado en los libros, que están escritos en papel, en los archivos de Nerón, el malvado emperador— San Juan, entonces, vino y llegó a la ciudad de Éfeso; y alzó los ojos y vio, y he aquí, salía humo del medio de la ciudad de Éfeso, porque era una fiesta de los paganos, y estaban sacrificando a los demonios. Y se detuvo y se asombró, diciendo:

"¿Qué es este incendio, que, he aquí, vela el sol para que no brille sobre los edificios de la ciudad?"

Y con terror apoderándose de él, llegó y llegó a la puerta sur, y alzó los ojos y vio; y he aquí, la imagen del ídolo Artemisa estaba de pie sobre la puerta, pintada por ellos con pinturas, con oro puesto sobre sus labios, y un velo de lino fino colgando sobre su rostro, y una lámpara encendida delante de ella.

Y cuando San Juan miró y la vio, la contempló, y suspiró, y lloró por la ciudad; y dejó (el lugar), y se fue de allí a otra puerta, (rdl*) y vio allí' lo mismo; y** dio la vuelta y vio esto en todas las puertas.""

Y por fin llegó cerca de la (puerta) oriental,^ y le dijo a una anciana, que estaba de pie y adorándola - él la tocó y le dijo^ en el idioma del país: 4^ Mujer, te veo, que eres una mujer avanzada en (f) años; ¿qué es esta imagen que estás adorando?>>^' a B agrega también, ^ B agrega ogam. ^ B, sus puertas. ^ B, a su (lado) oriental. * B. omite la palabra "él habló"— "ella". f :i antes de €K\*Ti parece ser superfluo. 10 LA HISTORIA DE JUAN 11

Entonces le dijo: "¿No sabes, hijo mío, lo que ves? Esta es nuestra Señora, y su imagen descendió del cielo, y ella nutre a toda carne".

Él entonces, un joven en su cuerpo, pero exaltado por encima de toda la corona de sus hermanos, la santa virgen, Juan, estalló en ira contra ella y dijo:

"Calla, anciana, porque tu mente se ha debilitado por los sacrificios de cosas inmundas.  No me hables de la hija de Satanás". Pero ella se inclinó, y llenó sus puños de polvo y grava, y lo esparció en los ojos de él; y él la dejó y se fue de allí.

Y se alejó un poco y se arrodilló, y estuvo orando y suplicando. Y puso su rostro entre sus rodillas desde la hora sexta hasta la novena^ y lloraba, gemía y decía: 

 

"Señor Dios, fuerte y poderoso, paciente y rico en gracia,

 

Tú eres el que desde el primero mostraste tu paciencia, (.su) por cientos de años, con aquellos (que fueron) llamados al arrepentimiento de la generación de Noé; pero no se arrepintieron, hasta que vino el diluvio y barrió a toda esa generación.

Y Tú eres el que enviaste a Tu Unigénito y amado Hijo, para que el mundo pudiera tener vida a través de Él; f y Él vino e hizo buenas obras como Tú, porque( Hd) procedía de Ti.

Y Tú eres el que, cuando el pueblo de Israel adoró al becerro, hallaste una ', razón y dijiste a Moisés,** *Permíteme destruir a este pueblo', ya que no te honraba; Tú quisiste que te orase, porque Tú Te complaces en gran manera en la vida de los hombres.>>* S. Juan iii 17. »> Éxodo, cap. xxxii. 10.EL HIJO DE ZEBBBEE. 11

Así también tu amado Hijo nuestro Señor Jesús el Mesías, cuando los judíos tomaron a Ira para matarlo, oró y dijo: 

 

* Perdónalos, porque no saben lo que hacen.**

 

Esta misericordia, entonces, que está eternamente en Ti, también se encuentra en Tu Hijo, porque Vosotros sois uno.

¡Convierte, Señor! el corazón de estos extraviados, que, he aquí, están gritando y clamando ante los demonios.

Tú viniste y mataste al maligno; no permitas que su cabeza se levante^ en la asamblea de esta ciudad; No permitas que se oiga el sonido del rugido*" de la falsedad de los demonios.

Tú moriste una vez, y nos resucitaste a la vida contigo mismo. Aplasta a Satanás, porque, he aquí, él ha derribado y humillado la imagen, que fue creada a tu semejanza, ante las legiones de sus demonios.

Que las imágenes condenadas sean llevadas al desprecio, no sólo de este lugar, sino (-^) de cada región por donde corre nuestra predicación.

Sí, Señor (1) Tú nos has enseñado que debemos caminar en el mundo humildemente y humildemente.*

Escucha la oración de Tu siervo Juan, y déjame entrar en esta ciudad, llevando la señal de Tu Cruz; y dirige mi camino a la mano derecha; y donde Tú quieras, que se encuentre para mí un lugar en el que ^pueda ganarme la vida como asalariado,* hasta que. Señor, esta ciudad te siga y confiese Tu nombre."

Y cuando entró por la puerta de Éfeso, miró a la derecha, y vio allí un baño, que estaba construido para el lavatorio del cuerpo. Y se volvió ■>>S. Lucas, cap. xxiil 34. ^ B. que no se levante más, * B. rugidos, ^ S. Mateo, cap. xi. 29. • Lit., una casa de salario o alquiler^ en la que puedo alquilarme (a mí mismo) mU, ' B. añade santo, 9 S«ad con B. Vt . 12. 12 LA HISTORIA DE JUAN 

 

Allí, aparte, estaba el hombre que guardaba el baño, cuyo nombre era Secundo. 

 


8. Juan habló con él y le dijo en la lengua del país:

"A ti te digo, hombre, ¿estás dispuesto a que un extraño trabaje contigo?".

Y Secundo, el guardián del baño, le dijo: "¿Cuánto me pides por día?". Pero San Juan le dijo: "Lo que quieras dar, dalo".

Y le fijó cien shamurias por día y lo aceptó (como sirviente); y lo dejó entrar para trabajar en su oficio con él, y trajo (.i*) leña para los que encendían el baño; y estuvo con él cuarenta días, recibiendo su salario día a día.

Y Secundo, el bañista, respondió y dijo al santo varón: «Quiero saber qué haces con tu salario, pues en todos estos días no te has comprado ni zapatos ni abrigo. Dime si es suficiente; y si no, deposita tu salario en mis manos y te compraré todo lo que necesites, pues eres extranjero y no tienes parientes aquí».

Pero San Juan le dijo a Segundo, el encargado de los baños: “Tengo un Maestro, y Él me ha ordenado a mí y a mis discípulos, mis compañeros, que ninguno (de nosotros) posea oro o plata o bronce en una bolsa, o dos túnicas;*” y no puedo despreciar su orden, de lo contrario Él se enojaría conmigo.

Secundo le dice:

“¿Quién es este maestro que tienes?

de ^ » “Haces” o “haces de leña” parece ser el significado de f^^n%tn (B), pero no puedo citar ninguna autoridad para esta significación. Quizás la palabra puede estar corrupta (ftlfislp?). *» B./o, mira, tú. <5 S. Mateo, cap. x. 9, 10; S. Marcos, cap. vi. 8, 9./

13 ¿Quién es el amo tuyo? ¿Y cuál es su nombre? Es conveniente que me lo hagas saber, no sea que venga y me ataque, y, si es un hombre duro, me entregue (a los magistrados) y me ocasione grandes pérdidas; porque es una cosa odiosa (cnu) y abominable a los ojos de la ley,** que un hombre acepte (a alguien como) siervo sin el consentimiento de su amo.

Y San Juan respondió y dijo a Segundo, el bañista: "No te enojes, Scgundo, hijo de padres libres, porque mi Maestro no se enojará contigo, porque Él me envió y me dirigió a ti".

Secundo dice: "Pero ¿por qué no me dijiste hasta hoy que eras un esclavo y tenías un amo?*"

Y San Juan le dijo: ^^ Mi Maestro está en el Cielo, y todo lo que Él quiere, Él lo hace, en la tierra y en los mares y en todas las profundidades; y por Su voluntad fue hecho todo, lo visible y lo invisible; y Él estableció todas las cosas creadas, e hizo las luces en el firmamento del cielo; y luego hizo al hombre a Su imagen.

Y cuando Satanás vino con su envidia, y aconsejó a Eva, y ella escuchó sus palabras e hizo pecar a Adán*" y él transgredió Su mandato,^ salieron*' del Paraíso, y se convirtieron en fugitivos, y cultivaron la tierra, y se multiplicaron y aumentaron y llenaron la tierra.

Y Satanás anduvo y  suelto,(a) y llenó a toda la humanidad con el amor a los ídolos y los hizo sacrificar a los demonios, y postrarse ante la obra de sus manos, y les hizo olvidar las leyes. Y Adán también pecó (b) por su consejo Creado, y por reverenciar a los que no son dioses. >>B. añade /or thee, ^ A. leyes, ^ B.^'B. el mandato. « Lectura, con B, ' Lectura, con B, coJbno.  14 HISTORIA DE JUAN

Pero (a*) el buen Señor tuvo paciencia con ellos hasta (el tiempo de) su amor por Noé; y lo hizo predicador para Él durante cientos de años, mientras él se estaba haciendo el arca, para que vieran y se arrepintieran y se apartaran de la maldad de sus acciones.

Y cuando despreciaron a nuestro Creador,  Su ira subió, y envió las aguas del diluvio y los arrasó a todos. Y después de que las aguas del diluvio fueron contenidas, el mundo fue establecido a través de Noé, y las generaciones vinieron en sucesión, y el mundo fue poblado por orden del Creador; y las mentes de los hombres se inclinaron a hacer el mal y la maldad, y a alejarse del Dios viviente; Pero la misericordia del Creador de los hombres se manifestó y tuvo compasión de toda la degradación de esta débil raza nuestra, y envió a los profetas a proclamar su verdad, pero ellos no quisieron escucharlos, y a algunos los golpearon y a otros los apedrearon.

Pero en este tiempo, que es el último, el único Hijo amado, Su unigénito, que estaba con Él desde el tiempo en que Él era, — ^Él lo envió, y entró por la oreja de la mujer, y habitó en ella nueve meses, sin cesar; Él que lo envió; y las alturas y las profundidades estaban^ llenas de Él, y eran gobernadas por Él por la voluntad de Su Padre.

Y cuando se cumplieron los nueve meses, (h*) salió de la mujer, la Palabra que se hizo carne y su virginidad permaneció inmaculada para siempre. Aunque Él creció en el cuerpo entre los hombres, y caminó entre(v) los hombres como (w») un hombre,>>Él, la Palabra de Dios, aparte del pecado.* * B. pecados. EL HIJO DE ZEBEDEO.

15 Y creció hasta la edad de treinta años, y eligió para Sí discípulos, y ellos se unieron a Él mientras peregrinó^ en el desierto.

E hizo vino del agua en Caná^ en la fiesta; y faltaba pan, y satisfACio a cuatro mil"" hombres, sin contar mujeres y niños, con cinco panes de cebada, y comieron y sobró (algo), y llevaron y transportaron a sus casas todo lo que pudieron.

Y otra vez, en otra ocasión, satisfacio a miles en el desierto, después de haber curado a sus cojos y enfermos, y abierto (los ojos de) los ciegos, y algunos de ellos permanecen hasta ahora; y Él hizo oír a los sordos, y limpió a los leprosos, y resucitó a la hija de Jairo, el jefe de la sinagoga, después de que ella había muerto, y he aquí que ella mora, con su padre, en Decápolis, y si quieres ir, puedes aprenderlo de ella. Y (Él libró de la muerte) al hijo de la viuda de Naín, cuando iban a enterrarlo, y a Lázaro, después de haberlo puesto en el sepulcro cuatro días.

Muchas cosas como estas puedes oír, si me prestas tu oído, y crees, y* te conviertes en Su siervo, Secundo. Y (Jesús) después de treinta y dos años, después de que había comenzado el trigésimo tercero, el pueblo de los judíos lo odiaba y detestaba sus buenas obras, ya que habían rechazado a Su Padre y se habían hecho un becerro en Horeb. Y le entregaron a Pilato rey, y le azotaron, le desnudaron las vestiduras, le escarnecieron, escupieron en sus CARA y tejieron vestiduras.>>* B. cinco mil. ** Estas palabras son VERDADERAS/  16  LA HISTORIA DE JUAN

Y LE Atormentaron; Una corona de espinas, y la puso sobre su cabeza^ y lo crucificó en el madero, y le dio a beber vinagre y hiel, y lo hirió con una lanza en su costado/ y él clamó a gran voz en la cruz: *Padre mío, perdónalos'.**

Y cuando la predicación de los profetas terminó, el sol"" se oscureció desde la hora sexta hasta la novena, y hubo oscuridad sobre toda la tierra el viernes; y el velo del templo se rasgó; y las rocas^ y las rocas que bloqueaban las entradas de los sepulcros alrededor de Jerusalén, se partieron, y los muertos salieron y entraron en la ciudad, gritando a gran voz;* y vinieron y lo adoraron mientras colgaba en el madero, y muchos de ellos están (todavía) vivos.

 Y lo bajaron del madero, y un hombre lleno de la verdad, José el consejero, lo envolvió en una manta de lino, {\^) y lo puso en el sepulcro; y al tercer día resucitó del sepulcro, y lo vimos, y habló con nosotros, y comimos pan con él, y lo palpamos, y creímos y declaramos (que) es verdad, que él es el Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros.^ Y ascendió al cielo, y está sentado a la diestra de su Padre, y nos ha dado poder para dar vida y bendiciones a todo aquel que crea en su nombre. Y nos dijo:>>* Gk) adelante, * B, añade y de él brotaron Mood y agua, ^ 8, Lucas^i eh. zxiii. 34. Estas palabras son de B. ® B. Y como predicación de los profetas se cumplió y el mn. ** No sé qué puede significar aquí la palabra "rodillo" si no es "rodillo de piedra". • Lit. Con sus voces, B.Ee comía pan con ui « S. John, oh. 14. Digitalizado por VjOO^IC

 

JUAN EL HIJO DE ZEBEDEO. 17

Id y enséñales y bautízalos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu de santidad, y todo aquel que creyere y fuere bautizado, vivirá.^*

Y ahora te ruego, Secundo, — ^porque te he probado durante estos días que no eres blasfemo, sino que estás lleno de buenas obras y de amor a los extraños**

— ^recibe lo que he hablado delante de ti, y no me consideres un engañador, sino, si CREES, ven conmigo a la región de Galilea, y te mostraré algunos de los muertos, los ciegos, los jorobados, los paralíticos y los leprosos, a quienes Él limpió, sanó y resucitó, porque están vivos.

 Pero si tú no eliges venir y (aún) crees, eres más grande que yo, que lo he visto y he estado con Él, porque creerás en Él que Él es Dios que hizo estas cosas, y Él te convertirá y te hará blanco y puro del hedor de los sacrificios inmundos.

Seas, mi hermano, tranquiliza mi mente, y tu morada será bendecida (v^)^ y serás reconocido ante Él en el nuevo mundo".

Y Secundo, el encargado del baño, estaba sentado (quieto), y asombrado y maravillado por lo que estaba oyendo de Juan; y comenzó a decirle: "Maravilloso es lo que me has dicho y raya en la maravilla; porque aunque no sea Dios y no haya descendido del cielo, conviene que se crea en Él y se le llame Dios, porque salió del seno materno y no destruyó la virginidad (de su madre) cuando>>a S. Mateo, cap. xxviii. 19; S. Marcos, cap. xvL 16. *> O, -/Con B, y amas a los extraños^ para AuSOmI puede ser = dUf< yx$»\ . /f c..18 LA HISTORIA DE JUAN Salió;

 

18 LA HISTORIA de Juan

y es una cosa muy deplorable, si uno no considera verdadero que Él es Dios, quien resucitó a los muertos, y Él es el Creador, quien hizo vino a partir de agua; y Él tiene poder sobre nuestro cuerpo, y debido a esto Él abrió y sanó y purificó.

Este, entonces, es digno de ser llamado Dios, y no aquella, a quien, he aquí, durante sesenta años, más o menos, he estado haciendo votos y libaciones, y ella no ha abierto el ojo de mi hijo que estaba ciego.

Pero ahora, hijo mío Juan, que este secreto que hemos hablado se guarde, y que no sea revelado hasta el momento en que su Señor quiera revelarlo, especialmente como tú eres un extraño, para que no se oiga acerca de ti que no adoras a Artemisa, y te quemen,

]^ahora, entonces, he asentido, y creído,^ y sostengo como verdadero, todo lo que has dicho} y sé persuadido por mí, y toma sobre ti la administración de este baño, y deja que tus ojos estén sobre los sirvientes, y ten control sobre (f<Sk) los ingresos y sobre todos los gastos.^'

Pero Juan le dijo: "Me conviene no comer sin trabajar"; y Segundo le dijo: "Tu trabajo es más duro que el del que trabaja."* Entonces el santo (hombre) cedió a él, y se encargó de recibir los ingresos del baño y dar cuenta de la mañana a la mañana.

Entonces Secundo, él y su familia se sorprendieron de cuánto aumentaron los ingresos del baño durante estos días, que eran veintidós días (en número); y solía levantarse muy temprano, y bajar y hablar con él * B. creyó y asintió.

 

JUAN HIJO DE ZEB£D£E/ 19

19 al santo (hombre) y le preguntaron:

"¿Cómo es posible hacerme tu asociado?"* Pero Juan dijo: "Después de que Él haya abierto el ojo de tu hijo,** para que pueda ser bautizado".

Y el día veinticinco, (cuando) el tiempo de una hora del día (había pasado), el hijo de un procurador, cuyo nombre era Menelao, y Tirano de su padre, vino y obligó al santo (hombre) a que se cerrara el baño y se preparara.

Pero el santo (hombre) no se dio cuenta de que alguien iba al baño con él.

Y el santo (hombre) dio órdenes, y el baño fue preparado; Y este Menelao vino a bañarse, y llevó consigo al baño a una ramera, y estuvo con ella en el baño.

Y cuando salió de su baño, Juan se levantó y le dijo: "No vuelvas aquí, porque has hecho una gran desgracia (•nx) a esta persona tuya", que está creada a imagen de Dios, al haberte acostado con una ramera, y no te avergonzaste de haber visto su vergüenza (alSoia) y que ella es tuya".

Y Menelao se enfureció con el santo (hombre) y lo golpeó. Y San Juan le dijo: "Si viniste aquí, no saldrás de aquí".

Y después de dos días, envió a dos de sus sirvientes para preparar el baño. Y cuando el baño estuvo listo, vino a bañarse, y trajo a la ex ramera con él.

Pero San Juan, por obra de Dios nuestro Señor, había ido a cuidar a los que encendían (el baño). Y cuando llegó, preguntó: "¿Por qué está cerrada la puerta del baño?" Le dijeron: "Menelao, el HIJO DEL PROCURADOR. el hijo del POCURADOR está dentro.

pro- cu- B. añade. ^ B. ojos "" B. omite 0/ ^Am«. C 2

 

20 LA HISTORIA DE JUAN

Pero cuando el santo oyó que él estaba dentro, y que la ramera estaba con él, se entristeció, suspiró y se turbó. Y esperó hasta que ambos salieran, y no los miró hasta que se pusieron sus ropas.

Y cuando estuvieron vestidos después de bañarse, se volvió y los miró, y dijo al joven: ^^ A ti te digo, que Jesús te reprenda, a quien los judíos crucificaron en el madero, y murió, y resucitó a los tres días, y él es Dios, y ascendió al cielo, y está a la diestra de su Padre; pero tú caerás y morirás allí mismo. (C-^)

Y al instante el ángel del Señor lo hirió, y murió en el lugar. Y él estaba acostado allí, y San Juan estaba sentado a su lado; y al instante la ramera salió con un gran grito, con las manos puestas sobre su cabeza. Y cuando lo oyeron alrededor del baño, vinieron y vieron con miedo que el joven estaba muerto y acostado allí, y el santo estaba sentado a su lado.

Y miraron su rostro y percibieron que era Menelao, el hijo del procurador; y el lamento y los gemidos corrieron por toda la calle.

Y era la hora de cenar, y su padre estaba sentado (a la mesa), y esperaba que subiera a cenar con él. Y entraron y le dijeron: "Mira, tu único hijo está muerto y acostado en el baño". Y Triannus se levantó apresuradamente, y echó ceniza sobre su cabeza y rasgó sus vestiduras; y se apresuró a ir al baño donde estaba su hijo, y con él una gran multitud. Y cuando llegó, entró y vio a su hijo muerto y tendido, y a Juan sentado junto a él.

Juan EL HIJO DE ZEBDEEE« 21

Agarró (el procurador a JUAN,) y le puso grilletes en las manos y los pies, y gruesos collares en el cuello* Pero el padre del joven lloraba con un gran grito; y ordenó, y desnudaron a Juan, para poder ver lo que tenía puesto. Y cuando le quitaron la capa y la túnica gastada (.i&) que llevaba puesta, encontraron sobre él una cruz, que estaba colgada de su cuello, y era de madera.

Y el procurador, el padre del joven, -ordenó que se la quitaran; y cuando extendieron las manos para quitársela, tenía cuatro lenguas de fuego, y quemaron las manos de los que se acercaron a ella.

Y toda la multitud gritó: ^^Este hombre es un mago; 8. Juan gritó: «El joven no está muerto»; y su padre dio órdenes, y lo levantaron y lo voltearon, y él puso su boca contra la de él, y era como una piedra sin sensibilidad.

Pero el santo dijo: «No está muerto»; solamente para que vieran que ya estaba muerto. Y el santo les dijo: «Si está muerto, yo le daré la vida». Y mientras arrastraban a San Juan para que fuera a prisión, Secundo, el encargado de los baños, estaba de pie y lloraba apasionadamente;>>B. Está. ^ B. y y su padre colocó. • Literalmente, aliento.

 

 22 El martirio de Juan

Entre sollozos entre la multitud. Y 8. Juan estaba rogando a Tirano que llamaran a Secundo, el encargado de los baños; y el procurador ordenó, y agarraron a Secundo y lo trajeron (co-^) ante él.

Y Secundo lloraba por causa de Juan, porque imaginaba que Juan sería condenado a muerte; pero el padre  del joven pensó que estaba llorando por el joven.

Y el santo (hombre), estando atado, respondió y dijo a Secundus: '*¡No temas, Secundo! y no te aflijas; hoy es la voluntad del Espíritu de santidad hacer manifiesta la verdad.''

Y la multitud era grande y agitada. Y San Juan rogó al procurador que ordenara a la multitud que guardara silencio; y él ordenó y la multitud guardó silencio. Y San Juan se puso de pie y gritó a gran voz: "A ti te digo, joven Menelao, en el nombre de Jesús el Mesías*", (que es) Dios, a quien los judíos crucificaron y mataron en Jerusalén^ y murió y fue sepultado y resucitó después de^ tres días, y, he aquí, está arriba en el cielo a la diestra de su Padre, levántate".

Y al instante se levantó de un salto; y todo el pueblo de la ciudad se maravilló. Y el joven cayó sobre su rostro ante San Juan, y vio los collares que estaban puestos en su cuello y la cuerda que ataba sus manos y pies; y el joven los desató 4 y besó los dedos de los pies de SAN Juan.** Y el joven se acercó (v), y se paró en un lugar que estaba elevado, e hizo señas<(ia) con su mano^ y comenzó a contar desde el principio-^..a, * B. y trazó Stmndvs en S. Juan. ^ B. omite y dijo, ^ B. omite al Mesías. ^ B. besó los pies de S. Juan. TEE SON

 

 JUAN EL HIJO DE ZEBEDEO; 23

 Cómo había llegado al baño y todo lo que había pasado; y contó (osk) en voz alta delante del pueblo cómo había cometido fornicación con la ramera, y cómo el santo le había prohibido que no volviera.

Y comenzaron a gritar: «¿Qué te ha hecho para que mueras?» Y Él les dice: ^^Me dijo así: ^ Que te reprenda el Señor Jesús, a quien los judíos crucificaron en Jerusalén, y murió y fue sepultado, y resucitó a los tres días, y ascendió al cielo, y se sentó a la diestra de su Padre.' Y en seguida el ángel me hirió y caí al suelo. Y sacó y se llevó mi alma, y ​​me trajo cerca, y vi la gloria (de Dios) y una visión terrible, que ningún hombre es capaz de narrar, tal como la que he visto; sin embargo, un poco de mucho, si este (hombre) que está de pie delante de ti me lo ordena, lo contaré.''

 

Y al instante LOS OTRO  de los jóvenes se hecho sobre su ROSTRO delante de Juan, y le dijo: ^^ Te ruego, señor, que permitas al joven hablar, y no te enojes con él.'' Y el santo (hombre) hizo una seña al joven para que hablara; Y el joven respondió y dijo: ^^

Vi el carro de los querubines, (y) serafines sin número, que tenían alas, y cubrían sus rostros para no ver al Creador, y gritaban: ^Santo, santo, santo (es) el Señor Todopoderoso, de cuyAs {^-espaldas están llenos el Cielo y la tierra'. Y vi doce (HOMBRES) en una banda, y en otra setenta y dos, y los apunté; y estaban de pie con sus cabezas elevadas al cielo. Y una mano derecha se extendía de entre los querubines, como fuego, y ordenaba <(* I.)

 24 EL QUE ESTABA EN EL ALTAR DE JUAN les dijo en voz baja y suave: ^ Id, enseñad, (yk) y bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu SANTO; Y todo aquel que crea y sea bautizado, vivirá.

Y temblé; y teniendo miedo^ me acerqué a la gran tropa de setenta y dos, y también les supliqué que me dijeran quién era éste;

y ellos respondieron y me dijeron: ^ Éste es el Hijo de Dios^ a quien los judíos crucificaron en Jerusalén; todo esto, hijo mío, todo lo que ves, depende y subsiste por Su voluntad,"" y Él sostiene todos los arreglos del mundo superior, y por Su poder subsisten todas las criaturas de los mundos inferiores; porque Él es el Poder y la Sabiduría del Padre, y Él lo envió para liberar a todos aquellos que se adhieren a Él y se refugian en Él; y Él atrae y trae hacia Su Padre a todos los que creen en Él; y es Él quien reconoció, mientras caminaba sobre la tierra, 'Yo soy el pan vivo', que he bajado del Cielo, y todo aquel que come de mi cuerpo, vivirá",*

 Y cuando hube observado Su verdadero aspecto, miré al grupo de los doce, y vi a este hombre allí, que, he aquí, está de pie ante vosotros, vestido con gloriosas vestiduras blancas,^ y de pie a la cabeza del grupo de los doce, al lado de un anciano; y los ojos de estos once lo miraban amorosamente, como si llorara ofreciendo alguna petición en su favor, pero sus ojos estaban levantados hacia arriba, y estaba llorando.

Y el anciano se acercó (a^) y le preguntó: ^ Hijo mío, ¿por qué lloras tanto?» S. Mateo, cap. xxViii. 19 ; S. Marcos, cap. xvi. 16. *> B, omiteufc también. « I. e., voluntad. ** B. el pan de vida. « S. Juan.^'i cap. vi. 51. ' B. vestido con una túnica espléndida. Digitalizado por VjOO^IC EL HIJO

 

 JUAN EL HIJO DE ZEBEDEO. 25

¿Y PORQUE Lloras así?' Y supe, cuando pregunté al grupo de los setenta, que Simón era el nombre del anciano.

Y San Juan cumplió el deseo de Simón y le dijo: *A causa del error de la ciudad de Éfeso, lloro, porque he aquí, está atada, y sus hijos, y adora a los demonios que habitan en las imágenes condenadas.'

 Y vi una voz suave, que le hizo una señal con el dedo, (diciendo:) ^Ve; todo lo que has orado ante mí^, sucederá.' Y mientras temblaba, le advertí que era este hombre contra quien me levanté para matarlo en el baño, porque me impedía la fornicación.

Y mientras me maravillaba de estas muchas evidencias, mi alma escuchó su voz y vino y vivió; y he aquí, estoy ante ti. Y ahora pues, he aquí, le suplico que me deje acercarme al signo viviente, y que me haga su discípulo.

Y vosotros que habéis visto esta maravilla, apartaos del error, y despreciad las imágenes, y hagámonos discípulos suyos, y salvemos nuestras almas vivas^ y no las destruyamos con nuestras propias manos; y cuando Él nos haya consagrado^ entonces confesémosle y adorémosle, creyendo en el Padre y el Hijo y el Espíritu SANTO, ahora y en todo tiempo, y por los siglos de los siglos^ Amén.'' i\^)

Y había venido una gran multitud y se había reunido allí; y salieron *" hacia ellos fuera del baño, el padre del joven agarrando (la mano del) santo (hombre). Y el joven venía, con sus manos ELEVADAS ALABANDO al Cielo.

• B. omite de la ciudad, ^ B. añade lo. * Lectura

 


26 EL TESTIMONIO DE JUAN

Y vinieron y llegaron a la gran plaza en medio de la ciudad, y toda la ciudad estaba reunida; y era la hora nona.

Y toda la ciudad estaba agitada, hombres, mujeres y niños. Y los sacerdotes, cuando vieron la señal que había tenido lugar^ y al joven levantándose y convirtiéndose en un predicador del Evangelio, dijeron: ^^Este es uno de la raza de nuestra señora Artemisa".

Pero 8. Juan estaba gritando: "Yo soy un hombre sujeto a pasiones, y el Señor Jesús me ha elegido, el Hijo de Dios, que descendió del Cielo, y fue transformado por el oído de la Virgen, y habitó en su vientre nueve meses, y salió de ella sin destruir su virginidad, y vivió en el mundo como un hombre, aparte del pecado, mientras que Él era Dios como Su Padre^ ; y los judíos le tomaron y le crucificaron en un madero en Jerusalén; y murió y fue sepultado, y resucitó a los tres días, y subió al cielo, y está sentado a la diestra de su Padre.»

Y cuando el procurador, el padre del joven, oyó estas cosas, se postró sobre su rostro a los pies del santo (hombre), y a todos los hombres principales de la ciudad, desde la hora novena hasta la undécima.

Y se quedaron asombrados, hombres y mujeres, ante estas cosas; y la mitad (A) de la multitud gritaba: «Verdaderamente, grande es este misterio, y Jesús debe ser adorado, porque es Dios.»

Otros decían: «A Artemisa debe ser adorada.» Éstos, pues, que eran tenidos por dignos de creer, con sus hijas e hijos,* estaban » B. con sus hijos y con sus hijas.

EL HIJO DE ZEBEDEO. * 27

36. TODAS almas, en esa tarde^ que fueron contadas al anochecer y su número fue dado al procurador* .

Y cuando hubo un gran aplastamiento y tumulto, y el día estaba declinando, Juan animó al procurador a ponerse de pie^ diciéndole: ^^

 

Levántate, árbol agradable,

que da fruto temprano,

cuyo olor es dulce

y su olor difundido por el verso.

Levántate, hermano mío,

y ordena a tus nobles

que se levanten contigo.

Levántate, y tu cabeza será levantada,

y no volverá a hundirse.

No me adores a mí, que soy un esclavo,

hecho y creado; sino adóralo

y alábalo a Él, que nos formó y nos creó.''

 

Y todos los nobles levantaron sus cabezas, arrodillándose, y miraron al santo (hombre), y vieron su rostro como luz; y se inclinaron hasta el suelo con sus cuerpos, temerosos, pues pensaban que en ese momento sus vidas perecerían de entre los hijos de los hombres.

Y temerosos, alzaron la voz y gritaron: «¡Verdaderamente, grande es este Dios, que ha sido predicado recientemente en esta nuestra ciudad! Y estas cosas son creadas y no son dioses.

Nosotros somos siervos de Este Uno, y no volveremos a ser pervertidos hasta el punto de inclinar nuestra cabeza ante ídolos, que no nos han beneficiado ni nos beneficiarán.

Te rogamos, tú que eres Su siervo, que nos acerques a Él y nos hagas conocer Sus caminos y que nos hagas mirar Sus senderos, pues el buen siervo, que ama a su amo, sabe hacer lo que quiere, y su amo también lo lleva.** Y el santo, cuando oyó estas cosas, se regocijaba en el Espíritu de santidad.» B. añade a m. V\

28 EL TESTIMONIO DE JUAN

Y extendiendo las manos hacia ellos^ los hizo levantarse, y les dijo: ^*

Paz a vosotros, Rebañito, porque * vuestro Padre** ha querido daros el reino que está reservado para sus hombres.

Levantaos, nueva congregación, que os habéis reunido hoy para oír el Evangelio de Jesús, el Hijo de Dios. Os ruego, hermanos míos, que os saludéis unos a otros con ósculo santo, porque el tiempo es corto, y el sol ha terminado su carrera, que le fue ordenado por Este (Uno), a quien yo os anuncio, que corriese; y especialmente también, porque hay aquí personas que aún no han probado el pan ni el agua".

Pero ellos gritaban a gran voz: 

"Más dulces (^) son tus palabras al paladar que la miel a la boca;*" porque * en verdad estamos tristes y sedientos, y recibimos alimento por tu agradable palabra".

Pero San Juan suplicó al procurador que se despidiera a la multitud, orando en su corazón con suspiros y diciendo: ^^ Señor Jesús, concede la concordia a nuestra congregación; y que Satanás sea expulsado, para que no provoque discordia o sedición en esta ciudad, y la gente muera (por ello). "

 Y el procurador se levantó e hizo señas con la mano para que se callaran.

 Y cuando se quedaron quietos, comenzó a hablar con ellos, y respondió y dijo: ^^ Mis hermanos e hijos y Mendas, si les agrada a ustedes, separémonos ahora unos de otros; y mañana por la mañana deseo que se reúnan>>• B. añade nuestro Señor. b B. añade que está en Seaven. 1..*= Psalm cxk. 103. ^ B. omits/or. \ 1 \ Digitized by Google [

 

 Juan EL HIJO DE ZEBEDEO. 29

en el teatro; y haremos lo que sea la voluntad del Espíritu,* que hemos oído de boca de este hombre.  Porque esto es conveniente para nosotros, que toda la noche cada hombre en su casa ofrezca oración y súplica delante de nuestro Señor, que está en el Cielo y nos acerca a Su Padre, a causa de nuestros pecados, porque hemos dejado que nuestros pies se desvíen de Su camino.

 Si Él quiere mezclarnos con los grupos de los que lo alaban, (está bien); y si no, él (todavía) nos librará del fuego que está guardado para los adoradores de ídolos",

Y cuando el secretario *" terminó esta proclamación, toda la multitud gritó en voz alta (-^) :

 

"¡Paz a ti, tú sabio gobernante!

¡Paz a ti, tú sabio jefe! *

 ¡Paz a ti, tú cabra,

Que has entrado (en el redil)

y te has convertido en cordero!

Tú has mostrado hoy

 tu amor por nosotros;

Hoy te has convertido

En un verdadero jefe para nosotros,

y nos has dado consejo

Para que podamos vivir y no morir".

 

Y cuando terminaron su clamor, después de que los nobles los calmaron, la multitud se dispersó y comenzó a alejarse regocijándose.

Y los sacerdotes de Artemisa se reunieron, y tocaron cuernos y encendieron lámparas; y el « B. añade de santidad.>>*> Eliminar c antes de \\'*g(l ? « El f ^ Ofi i wl ^1 * w a n es evidentemente una persona diferente del r^^i-&OCO , a saber, el lector de su proclama, el notario o empleado del tribunal. Véase Perles, Etymolo^sche Studien, pág. 133, y comparar Du Cange, GL- mediae et infimse Latinitatis, ed. Henschel, t. ii., pág. 477, CommenUiriensisy y Stephanos, Thesaurus Linguae Graecse, ed. Hase et Dindorf, KoficvrapT^to^. ** Esta cláusula falta en B.

 


30 LA HISTORIA DE JUAN

Se abrieron las puertas del templo y todo el pueblo de Éfeso corrió al templo, como era su costumbre.

Y el procurador se enfureció y quiso, él y los nobles* enviar a matar a los sacerdotes, porque habían hecho una asamblea sin su orden.

Pero San Juan se echó sobre sus hombros y les suplicó, (diciendo): "Quienquiera que guarde mi palabra y ame a nuestro Señor Jesús, no vaya y los perjudique allí, porque ellos también, a través de vuestras oraciones, se acercarán al misterio de la vida y se convertirán en nuestros hermanos". Y entonces obedecieron al santo (hombre).

10. Y algunos de los nobles, cuyos nombres eran Antonino, Marcelo, Epifanio y Fortunato, dieron órdenes, y sus esclavos corrieron (.li) y trajeron ciento cincuenta lámparas de papiro para dar luz, y dijeron a modo de petición al procurador:

"No nos conviene irnos toda esta noche, no sea que la ciudad sea incendiada por manos de los adoradores de ídolos, y digan, 'Porque abandonaron el temor de Artemisa, el fuego ha caído en sus casas', y culpen a Artemisa, mientras que ella (realmente) no puede hacer nada; y especialmente^ para que no haya asesinatos".

Y cuando la multitud oyó estas cosas, tomaron a San Juan sobre sus hombros y corrieron; y de su alegría no sabían lo que estaban gritando.

Y los primeros corrieron (y) abrieron las puertas del teatro; y el procurador y sus nobles entraron con gran pompa. Y corrieron a tender (alfombras) y arreglar ^ B. y sus nobles. \

 

Juan HIJO DE ZEBEDEO 81

(Un asiento) para Mm, según la costumbre.

Y el procurador dijo: "No me conviene sentarme más en el trono; quítenlo de aquí". Y toda la multitud entró en el teatro y hubo un gran tumulto.

Y el sol se puso alrededor de dos horas. Y algunos de los consejeros del procurador le rogaron que salieran mil hombres y recorrieran la ciudad, y vigilaran hasta el amanecer, para que no sucediera ningún daño, ya que San Juan había rogado que no se matara a nadie; ^^

y si capturan a alguien, que le digan: * ^ Hay dos guardias en la ciudad, una (on\) hecha por Satanás en el templo de Artemisa, y otra hecha por nuestro Señor Jesús en el teatro; "Adondequiera que elijas ir, ve."

Y cuando la multitud oyó estas cosas, se alegró, y extendió sus manos al Cielo, diciendo: "Gloria a Ti, Creador del Cielo y de la tierra, de la noche y del día."

Y el procurador les ordenó, haciéndoles señas con la mano, que se callaran, y les dijo: ^^Que nuestra asamblea no se vuelva alborotada y tumultuosa, sino que estemos quietos, y escuchemos la palabra de vida, y veamos por lo que vivimos".

Y él ordenó, y llevaron a San Juan a la fila más alta (de asientos)^ y los nobles se sentaron a sus pies. Y el procurador estaba de pie, y no quería sentarse, diciendo: *^

Os ruego que me levante, para que, si hay un hombre que está débil en su cuerpo, pueda ir y despertarlo, para que no se duerma". Y difícilmente se lo pudo persuadir para sentarse,>>^ Aquí falta una hoja en A,

 


32 LA HISTORIA DE JUAN

Y cuando se hubo sentado, hubo un gran silencio.

Y cuando estuvieron tranquilos, San Juan se levantó de un salto, se puso de pie y les hizo señas con la mano para que guardaran silencio; y sacó la cruz que llevaba en su cuello, y la miró, y la puso sobre sus ojos, y la besó.

Y después de haber llorado, extendió su mano derecha, y con ella hizo la señal a toda la asamblea, y la colocó en la fila más alta (de asientos), que era la más oriental de todas, y tenía lámparas colocadas delante de ella.

 Y clamaron a gran voz y dijeron:

 "Tú, siervo de Jesús, decláranos qué es esto que nos has hecho".** Y el santo (hombre) les hizo una seña, y guardaron silencio; y él comenzó a hablar y dijo:

"Hijos amados, a quienes el Evangelio ha ganado, esta es la Cruz del Hijo de Dios, que estaba eternamente con Su Padre, (cA) e hizo estos cielos y estas estrellas que están dispuestas en ellos, y de Él dependen todas Sus criaturas.

Y he hecho de esta cruz un baluarte para vosotros, para que Satanás no venga y reúna a sus demonios, y haga que entre en vosotros el sueño o la negligencia de espíritu".

Y gritaron:

"Para nosotros esta noche es día,

Porque ahora la vida se nos ha acercado".

Y se calmaron unos a otros. Y cuando se calmaron, todo el pueblo corrió; y cuando hubo corrido, dieron la espalda al oeste y cayeron de bruces ante la cruz * al este, y lloraron y dijeron:

"Te adoramos, Hijo de Dios, que fuiste suspendido en el madero".

Y el procurador estaba postrado ante la cruz;

 • Aquí comienza nuevamente el texto de A. * I L

 

Juan EL HIJO DE ZEBEDEO. 33

y fue y se puso delante, y dijo:

 

"Te adoramos, Padre e Hijo

y Espíritu de Santidad,

por siempre. Amén".

Y todos respondieron: "Amén".

 

Y decían a Juan: «Por nuestro Señor Jesús (te conjuramos), infórmanos cómo ha venido el Hijo de Dios, y haznos saber si nos estamos acercando a Él, y si nos perdonará todos los sacrificios y libaciones con que nos hemos contaminado».

 Y el santo se puso de pie en la fila más alta (de asientos), y comenzó a hablar con ellos, estando lleno del Espíritu santo, y les hizo saber todo el orden de la creación, y que el Hijo de Dios estaba con el Padre desde el principio, y no estaba separado ni lejos de Él, y que sin Él nada llegó a existir (i\) (de) todo lo que está en el cielo y en la tierra, (de) todas las cosas visibles e invisibles.

Y habiendo sido invadido por el Espíritu de santidad, les contó de la Torá y de los Profetas cómo Dios tuvo compasión del cuerpo de la raza humana, que estaba en pecado, y envió a Su Hijo único, y Él vino^ y entró por la oreja de la Virgen María, y permaneció en su vientre nueve meses, y de ella fue revestido con el cuerpo'', mientras que la altura y la profundidad estaban llenas de Él, y no había lugar en el que Él no estuviera; y mientras formaba hijos en los vientres (de sus madres), Él estaba con Su Padre; y cuando se cumplieron los nueve meses, Él salió del vientre de la mujer, mientras ella permanecía virgen, y su virginidad no fue destruida sino que permanece para siempre.>>• B. y se hizo carne, D

34 LA HISTORIA DE JUAN

y creció como hombre, Él, el Grande, que se hizo pequeño porque así lo quiso; y cuando se cumplieron los treinta años, vino al Jordán para ser bautizado, y fue bautizado por Juan, el hijo de Zacarías, que era su siervo; y cuando este Jesús fue bautizado y las multitudes lo rodearon, los Cielos se rasgaron, y su Padre clamó sobre Él, y lo señaló con el dedo, (diciendo:) ^

Este es mi Hijo amado, en quien ME COMPLAZCO; A EL OID.^ *

Y al instante salió del agua, y las multitudes (estaban) a su alrededor; y Él, el Oculto, que vino al mundo,** comenzó a realizar esos milagros, que solía hacer en secreto, para hacerlos abiertamente; porque fue invitado (jjA) a una fiesta de bodas, y el vino se acabó, y el novio no tenía; y mandó a los padrinos y a los asistentes que sacaran agua y la vertieran en grandes jarras, que estaban allí. Y cuando los asistentes llenaron el agua, hizo una señal y miró el agua, y fue bendecida y transformada y se convirtió en vino agradable y dulce. Y todos bebieron y quedaron complacidos; y yo bebí de ella. Y cuando estaba enseñando en el desierto, y el día se acercaba a su fin, después de que los enfermos habían sido curados, y los leprosos limpiados, y los cojos anduvieron, y (los ojos de) los ciegos fueron abiertos, los que habían sido curados tenían hambre; y el tiempo era corto, y no había pan sino tres tortas de cebada. Y>> • S. Mateo, cap. iii. 17 (cap. xvii. 6). ^ B. fue revelado al mundo. Digitalizado por VjOOQIC V

 

EL HIJO DE ZEBEDEB. 35

Él mandó a la multitud que se sentara, y dio ÓRDENES,

y le trajeron estos panes; y él, mirando al cielo, bendijo, y partió, y dio a los discípulos; y comieron, y sobró, y se saciaron. Y los que comieron y se saciaron, y llevaron algo, y regresaron a sus casas, eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Y nos envió para que subiéramos a una barca y navegáramos en el mar, y él se quedó en tierra firme.

 Y cuando el sol se puso y oscureció, el mar se levantó contra nosotros, y estuvimos zarandeados toda la noche. Y a la cuarta vigilia de la noche, este Jesús'', a quien yo os anuncio, vino a nosotros andando sobre el mar, y tuvimos miedo; y cuando (^) uno de los discípulos, mis compañeros, vio (esto), le dijo: ^

Señor, si eres Tú, mándame ir a Ti sobre el agua.'

Y Jesús le dijo: ^ Ven.' ** Y caminó y vino * a Él. Y nuestro Señor Jesús vino y entró en la barca, y hubo una gran calma. Y estas multitudes estaban asombradas y decían: ^¿Quién es éste, por favor, que manda a los vientos y al mar y le obedecen? ' 'Y cuando Jesús llegó a la tierra de los gadarenos, trajeron a Él a todos los que estaban gravemente afligidos con diversas* enfermedades, y locos, paralíticos, lunáticos y enfermos de fuego; y los sanó a todos Y ahora, » O quizás, y se fue, i'^\ ^= ^^ • ^ B. Cinco mil, ^ B. nuestro Señor Jesús. ** S. Mateo, cap. xiv. 28, 29, « B. fue ^ S. Mateo, cap. viii. 27. «f B. severo. 1)2

 

36 LA HISTORIA DE JUAN

Hermanos míos, no se pueden contar ni enumerar las curas y los milagros que hizo este Jesús, que es el Hijo de Dios.

Porque así como fue visto corporalmente en este mundo, también hacía estas obras cuando estaba oculto en su Padre eternamente. Apareció en la carne de la Virgen y realizó estos signos abiertamente, para que por medio de ellos pudiera convencer a Satanás, el padre de la mentira, y condenarlo, y mostrar a toda la raza humana que todo aquel que es atraído y viene a Él, lo acerca al Padre que lo envió, y hace obras como estas.

Porque Él y Su Padre son uno; y porque el Padre amó al mundo, lo entregó a la cruz, y murió por nosotros y nos dio vida, y vivimos con Él,*y todo aquel que cree en Él, permanece en Él.

Y en cuanto a lo que me habéis pedido y me habéis dicho, *si nos será perdonada nuestra iniquidad (^), y nuestros sacrificios y nuestras libaciones, y nuestra impureza y nuestra inmundicia, si nos acercamos a Él/ — ^

he aquí os digo, si creéis en Jesús, y resolvéis en vuestras mentes que no os volveréis a mezclar con libaciones y la impureza de los ídolos, y ninguno de vosotros cambia (de opinión), y no adoráis la obra de las manos de los hombres, sino que creéis en el Padre y en el Hijo y en el Espíritu de santidad, haré lo que Él nos dijo y nos ordenó, cuando ascendía al Cielo a Su Padre; y clamaré a Él, y Él borrará vuestros pecados, y perdonará vuestras faltas, y blanqueará vuestras manchas; y ungirá y ablandara vuestras rodillas, qué habéis doblado, y el maligno, nuestro enemigo^ las ha lacerado, >> S. Juan, cap. iii. 16. Digitalizado por VjOOQIC ft

 

Juan EL HIJO DE ZEBEDEE 37

Haciéndolas doblarse ante sus ídolos, que han sido hechos por él una morada para sus demonios; y yo os señalaré • con Su Cruz, que es el signo de la vida, la cabeza que Él ha inclinado hasta el suelo, y (que) se alegra de estar inclinada, porque ha sido creada a semejanza* de Aquel que la creó; y pondré un sello sobre vuestras frentes,^ para que cuando vea que sois el asilo de este Señor, huya y diga:

*Estos eran mis hijos,

y se unieron a mí para que pudieran convertirse en grandes machos cabríos,

y pudieran chocar con sus cuernos a todos los ejércitos; pero ahora el Hijo del Padre, que se inclinó y se hizo carne (kIsw) de la Virgen, los ha tomado y ha hecho blanco su color, que era (el color de) la oscuridad en la que estoy encerrado; y Él los ha hecho corderos nuevos, y he aquí, moran con Él.' Y esta boca tuya, que fue alimentada con grasa en la mesa de hierbas amargas,

—y he aquí, el engañador está orgulloso, porque piensa que te ha hecho comida para la serpiente— la abriré, y pondré en ella el pan vivo,*^ que es el cuerpo de Dios, y da vida a todo aquel que cree en Él;

y os haré tragar la sangre del Hijo de Dios, que fue desgarrada en el Gólgota con la lanza, de este Jesús, a quien yo os anuncio, quien, aun cuando estéis muertos, será sepultado con vosotros, y su cuerpo y su sangre permanecerán en vuestra carne, y os resucitará como pan de vida por vosotros. >>** Literalmente, sobre (lo que está) entre vuestros ojos. *= B. el pan de vida. ** El escritor pensó en el costado de nuestro Señor más que en la sangre que brotó de él.

38 EL testimonio  DE JUAN

de hoy resucitaréis. Por este cuerpo vendréis sin corrupción, y no al fuego ni al tormento, y no veréis al gusano que no muere, porque habéis creído en el nombre del Unigénito, que es el Hijo de Dios, y en verdad es el dador de vida del mundo.''

Y después de estas cosas, toda la asamblea en el teatro gritó y dijo:

 

"Te rogamos, siervo del Dios viviente, haz lo que quieras,

y déjanos participar en el Misterio viviente,

para que vivamos y no muramos; y esto de prisa".

 

 Y el santo (hombre) ordenó al procurador que hiciera un lugar (hecho) en uno de los rincones del teatro; (•a^o) y los labradores de piedra vinieron, y se pusieron a trabajar en esa misma hora, e hicieron (un lugar) como una cisterna, y convirtieron la tubería de agua, que iba al teatro, en la cisterna, y el agua vino y la cisterna se llenó. Y era espaciosa por todos lados, doce codos de largo y doce codos de ancho, y tenía dos codos y medio de profundidad.

Y el santo (hombre) rogó al procurador que ordenara y dejara venir aceite fino y perfumado, setenta pintas.  Y él ordenó, y vino, y se llenó un tanque con él. Y el santo (hombre) se acercó, y se arrodilló, para mirar hacia arriba. al cielo, y gritó en medio del teatro:

 

«Santo es el Padre y el Hijo

y el Espíritu de santidad

por los siglos. Amén».

 

Y toda la asamblea respondió: «Amén».

 

 B. gritó. Digitalizado por Google \

 

Juan EL HIJO DE ZEBEDEO. 39

Entonces Juan hizo la señal de la CRUZ» Roció el aceite y dijo a gran voz:

«Gloria al Padre, y al Hijo,

y al Espíritu de santidad,

por los siglos. Amén.»*

 

Y dijo por tercera vez:

 

«Santo es el Padre, y el Hijo,

y el Espíritu de santidad. Amén.»

 

Y al instante ardió fuego sobre el aceite, y el aceite no se encendió, porque dos ángeles tenían sus alas extendidas sobre el aceite y gritaban:

«Santo, santo, santo. Señor Todopoderoso."

 

Y el pueblo, al ver estas cosas, tuvo un gran temor, y cayeron sobre sus rostros, y adoraron hacia el este.

Y cuando el aceite fue consagrado, entonces el santo (hombre) se acercó al agua, y lo confirmó, (A^) y dijo: ^^

 

En el nombre del Padre y del Hijo

y del Espíritu de santidad,

por los siglos. Amén,"

 

Y todo el pueblo gritó: "Amén."^

Y en seguida vinieron estos dos ángeles y flotaron sobre el agua, y gritaban:

"Santo, santo, santo. Padre e Hijo y Espíritu de santidad,"^

tras él.* Y San Juan gritó ^tras ellos: "Amén."

Y Juan respondió y dijo a toda la asamblea: ^^ ¡LevántENSE en el poder^ de Dios!" Y todos se levantaron con temor, y sus manos se extendieron al Cielo, y estaban ^voloteando, diciendo: ".

 

Grande es este misterio.

Creemos en el Padre, en el Hijo

y en el Espíritu de santidad.

 

Era como la hora octava de la noche. Entonces se acercó el procurador, se postró sobre su rostro ante Juan y le dijo: "¿Qué es esto? ¿Qué es necesario que hagamos?"

 * coi^r^" |» =Jt/\ ii'i Pero sospecho que las palabras están corruptas. 40

 40 LA HISTORIA DE JUAN

Y 8. Juan le dijo: "Quítate las vestiduras y desvístete".

Y cuando se hubo desvestido, el santo se acercó, tomó aceite en su mano, le hizo una cruz en la frente y ungió todo su cuerpo, y lo acercó a la cisterna, y le dijo:

"Desciende, hermano mío,

Yo que te has convertido en un nuevo primogénito,

que entra a la cabeza del rebaño

En el redil del dueño de las ovejas.

Desciende, hermano mío,

Porque los corderos te están mirando,

y corren para descender y emblanquecerse,

y conseguir un vellón nuevo,

En lugar del que rasgan los lobos rapaces". (.v-m)«

 

El procurador dice: "¿Qué debo decir, y luego descender?" Juan le dice: «Como has visto y has encontrado la verdad y has creído».

Y la multitud guardó silencio, como si no hubiera ningún hombre allí, para ver lo que el procurador y Juan iban a decir.

Y el procurador extendió sus manos al cielo y gritó llorando y confesando:

«Creo en el Padre y en el Hijo y en el Espíritu de santidad»;

y saltó a la pila bautismal. Entonces el hombre santo se acercó, puso su mano sobre la cabeza del procurador y lo sumergió una vez, gritando:

 

«Habiendo sido comisionado por Jesucristo

Yo (la primera Vez) te bautizo En el nombre del Padre»;

y (la segunda vez)  «En el nombre del Hijo»;

y (la tercera vez) «En el nombre del Espíritu santo, AMEN».

 

Y cuando él salió del agua, lo vistió con ropas blancas, y le dio el (ósculo de) paz, y le dijo:

Literalmente, en (el espacio) entre sus ojos. B. simplemente entre sus9 ojos. Digitalizado por VjOO^IC \

 

Juan EL HIJO DE ZEBEDEO. 41

" Paz a ti, nuevo esposo, que

 

Te habías hecho viejo

y decadente en el pecado^

y^ he aquí, hoy eres un joven,

y tu nombre ha sido escrito en el Cielo.^'

 


Entonces toda la multitud se agitó, y se apresuró a probar cuál de las dos correría hacia la pila bautismal.

Y todos los jefes estaban de pie alrededor de la pila bautismal; y hacían señas a la multitud con las manos para que guardara silencio.

Y toda la multitud gritaba, diciendo con sencillez:

 

"Hermanos y padres,

Corramos a ungirnos con este óleo santo,

y a bañarnos en esta agua,

y emblanquezcamos,

no sea que por ventura

o se acabe el agua,

o falte el óleo."

 

Entonces el santo les gritó y dijo:

 

“Callad, rebaño bendito,

Porque vuestro Padre,

que está en los Cielos,

ha querido daros su reino,

porque habéis creído en su Hijo amado”.

 

Inmediatamente se quedaron en silencio. Entonces el santo se acercó y dijo al procurador: “Ven, siéntate en la hermosa fila superior (de asientos); porque hoy es apropiado que seas honrado, pues hay regocijo  en los Cielos por tu causa”. Y le extendieron cojines y se sentó.

Entonces les hizo una señal con la mano para que callaran.

Y cuando callaron, comenzó a hablar con ellos, diciendo:* "En verdad, hoy la vida ha llegado cerca de nosotros. Ahora bien, si este santo (hombre) me da permiso, hablaré".

Entonces toda la multitud gritó a Juan y dijo:

 

"En el nombre de Jesús,

Dígale que hable".

Y Juan le dijo:

"Habla, mi señor, lo que VISTE*

Dicho de B.

42 EL HIJO DE JUAN

Entonces el procurador dijo: «^Escuchad, hermanos míos: Cuando me sumergí (por primera vez), abrí los ojos y vi, no que bajaba, sino que subía al cielo.

Y la segunda vez miré y abrí los ojos, y vi una mano derecha que tenía una caña y escribía.

Y la tercera vez oí una voz que decía:

 

* El pecador,

La oveja que se había perdido,

ha sido hallada; entre. "

 

Y San Juan inmediatamente juntó sus manos fuertemente a sus espaldas, y se arrojó de rodillas ante la cruz, y exclamó: (osn)

 

"Gloria a Ti, Creador de todas las criaturas,

que has enviado a Tu amado Hijo,

y Él caminó sobre la tierra,

y nos dio poder para salir

(y) predicar Su evangelio en el mundo,

y convertir a los errados al arrepentimiento".

 


Luego habló a los nobles, y ellos se quitaron sus vestiduras, y él se acercó (y) los consagró, y los bautizó^ en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu de santidad. Y cuando fueron bautizados, entonces bautizó a todos, desde la octava hora (de la noche) hasta que salió el sol.

Y una gran multitud se reunió y vino; y cuando era de mañana, corrieron a traer a sus niños, y el santo (hombre) los bautizaba hasta la hora quinta.

Y los que recibieron el bautismo fueron 9.206 almas. Luego toda la multitud se fue para ese día.

Y el procurador llevó al hombre a su casa, y estaban gozosos y alegres; y él estaba en su casa tres días.

a B. Que entren los que estaban perdidos,  *> B^ omite las palabras y los bautizó.  Digitalizado por GOGLE

 EL HIJO DE ZEBEDEO. 43

Pero al tercer día el santo suplicó que le permitieran ir a vivir en uno de los montes.

Y envió a reunir a todos sus hombres libres, y ellos rogaron a Juan que se quedara en el palacio; Pero él no quiso dejarse persuadir, pues dijo:

"Tengo que recorrer toda Asia y también el país de Frigia".

Y cuando vio que estaban angustiados y lloraban, les dijo:

"Si (i») fuera la voluntad del Espíritu de santidad que yo fuera, no estaríais angustiados; pero ahora me quedaré y moraré con vosotros.

Salgamos, pues, y recorramos toda la ciudad, y veré dónde me conviene vivir, porque los apóstoles mis compañeros vienen a mí".

Y estas palabras les parecieron bien; y el procurador tomó su asiento con pompa, y todos sus nobles iban delante de él. Y mientras daban vueltas, el santo (hombre) dijo:

"Os ruego, hermanos míos, que me enseñéis el templo de estos descarriados".

Y el procurador vino con su séquito al templo de Artemisa, y querían matar a los sacerdotes y quemar su templo con fuego. Pero Juan les rogaba que no se matara a nadie, diciendo:

 "Estos vendrán y se volverán al conocimiento de la verdad; no los destruyamos con la espada". Y cuando un santo (hombre) vino y los vio a ellos y al templo de la locura, había allí un lugar que era elevado; y vio ese lugar, y dijo:

"Quiero vivir aquí". Y el procurador y los nobles les ordenaron que le* B.

 44 La historia DE JUAN

Hicieran allí un palacio.

Pero él dijo: "No, por el Señor Jesús; si edificáis algo, no habitaré en ello; y no deseo nada más que una choza sola".

Y al instante trajeron (materiales) * y le hicieron una choza^** que estaba sobre el templo, («ia») y él estaba sentado debajo de ella.

Y cuando estuvo sentado allí mucho tiempo, se reunieron a él todos los que creían en Jesús el Mesías nuestro Señor, y estaban siendo bautizados; y les comunicaba el cuerpo y la sangre de Jesús.>>*" (les administraba los santos sacramentos)

Y había una choza encima del templo de Artemisa; y el santo (hombre) estaba sentado y contemplaba la inmundicia que ocurría allí.

Y después de tres meses y diez días, los sacerdotes se reunieron, y fueron alrededor (e) informaron a la congregación de los paganos, (diciendo): "Debemos celebrar un festival a nuestra diosa; pero que cada hombre prepare lo que pueda, tanto bueyes como ovejas, y sacrifiquemos (ellos), y veamos por qué nuestra diosa está enojada con nosotros.**

Entonces los paganos se reunieron, y prepararon e hicieron un banquete, y sacrificaron sacrificios inmundos. Y cuando estaban reunidos, Juan estaba de pie arriba en la choza y mirando todo lo que ocurría.

Y arrodillándose ante ella, dijeron a los sacerdotes:

"Pregúntenle por qué razón, y aprendan de ella por qué ha descuidado y está enojada con nosotros los hombres".

Y hubo disensión en la ciudad. Entonces vino Legión, — ^la hermana de la que cayó al mar, ella y los cerdos, >>— ^y habló en la ^ Boca. De Ellos 8en la oscuridad, ^ B. añade en una torre, ^ B. de om Lord Je9U8. Digitalizado por Google|

 EL HIJO DE ZEBEDEO* 45

La imagen condenada; y los sacerdotes escucharon y oyeron de la boca de la imagen el sonido de un zumbido como de abejas; (•^así) e hicieron callar a los paganos, y se acercaron, y pusieron su oído sobre la boca de la imagen, y los demonios dieron una voz y dijeron:

 

"Esa choza destruirá este templo; no luchéis contra él.*

Porque como dijo nuestro maestro,

él luchó con el Maestro de este (hombre),

y el Maestro de este (hombre) lo venció.

Mirad, pues, y tened también miedo de él.

 

Y nosotros tenemos miedo de

 que su Maestro venga en ayuda a este (hombre),

y se enfurezca, y nos arroje a las profundidades,

 y nuestro maestro sea privado de dos legiones.

Nosotros entonces, he aquí,

estamos luchando para no ser vencidos;

y si él nos vence, seremos considerados

como si su Maestro hubiera

vencido a nuestro maestro".

 

Y los sacerdotes estaban temblando (de miedo), y respondieron y dijeron: ^^ Os preguntamos, señores míos, ¿quién es el Maestro de este hombre? ''

Los demonios dicen:

"Él es el Hijo de Dios, que bajó del Cielo;

y nuestro maestro no percibió cuando bajó.

Y se hizo hombre, y murió en la Cruz;

y nuestro maestro imaginó que era un simple (hombre).

Y resucitó al tercer día de la tumba,

y he aquí que está en el Cielo, y nos está atacando".

 

 Y los sacerdotes, cuando oyeron estas cosas, se asombraron y se quedaron atónitos.Y las multitudes les dijeron:

"¿Por qué estáis asombrados?" Y los sacerdotes respondieron y dijeron: *^ Artemisa ha dicho que esta choza destruirá este templo, y todos los que están iniciados en sus misterios tienen miedo >>* B. iffiih. 4^ el HIJO DE JUAN(^)

de esto; y por consiguiente nos están suplicando que tengamos miedo de este hombre, •que habita en esta choza, quien, si quiera y lo ordene, nos destruirá en el abismo.''

Y las multitudes gritaban inmediatamente:

"Renunciamos a esta Artemisa, en quien no hay ninguna utilidad; porque si de este (hombre), que es esclavo o discípulo, la fuerza es tan grande, (la de) su maestro o su amo (debe ser) otra vez igual".

Y se golpeaban las piernas y decían: ^^

 

¡Ay! ¿Qué nos ha sucedido?

porque nuestras posesiones se han consumido en libaciones,

y hemos ganado pérdida para nuestras almas/'

 

Y los sacerdotes dijeron:

" Vosotros sois hombres de sentido común; haced lo que os parezca bien; pero nosotros adoraremos y honraremos a Aquel que es capaz de dar vida y destruir/'

Y ellos bajaron corriendo del altar, y con rapidez subieron al santo (hombre), y se postraron sobre sus rostros ante el santo (hombre).

Y toda la multitud echó cuerdas alrededor de la imagen de Artemisa, y la derribaron y la arrastraron, mientras bandas gritaban delante y detrás de ella:

 

"¡Tú, destructor de nuestras vidas,

Levántate, líbrate!

No descendiste del cielo;

artesanos te hicieron en un horno/'

 

Y San Juan vio que los sacerdotes estaban acostados sobre sus rostros, pero no habló con ellos, ni ellos con él; y se arrodilló entre ellos, y les hizo mirar hacia el este, y estaba orando y suplicando.

Y mientras la multitud gritaba y arrastraba (rdi) la imagen de Artemisa, la multitud, que antes había recibido el bautismo dentro del teatro, los aplaudía con estolas y túnicas, y decía:

 

EL HIJO DE ZEBEDIO. 47 "

Venid en paz, hermanos e hijos nuestros; tengamos todo un mismo espíritu. Venid en paz, congregación que se alejó de su Maestro, y he aquí, hoy se ha arrepentido y se ha unido con el número (de los elegidos).

Venid en paz, rebaño, que fue llevado cautivo por Satanás, y que su Maestro ha traído de vuelta para que los lobos rapaces no lo desgarren.'^

Y cuando el procurador oyó el tumulto y el gran clamor de toda la ciudad, tuvo miedo, y se levantó (y) salió de su palacio, y se acercó a San Juan, y lo encontró arrodillado.

Y el procurador hizo una señal con su mano para que desistieran de (su) clamor. Y ordenó y hombres fuertes se levantaron para impedir que la multitud subiera* a Juan.

Entonces el procurador dijo a San Juan: *^ Levántate, mi señor, y firma a esta nueva congregación; porque si no, Sus vidas perecerán por gritar. Porque he aquí, veo hombres ancianos cuyas ropas están mojadas de lágrimas y sudor.''

Entonces el santo (hombre) levantó su cabeza de la oración, y dijo al procurador:

^*Estaba intercediendo por ellos ante nuestro Señor Jesús el Mesías, para que Él los trajera y los acercara ante Su Padre, y orara por ellos; porque Él es la puerta, y por Él un hombre entra, y encuentra pastos; y sin Él, un hombre no es capaz de acercarse al Padre; (.ai)

y Él dio la ley desde el monte Sinaí. "Entonces el santo (hombre) se levantó y los miró desde arriba, y los señaló con la señal de la cruz; y->> "" Lectura con B. <0^ r^.l .

 

48 LA HISTORIA DE JUAN

 

Todos se postraron ante él, gritando con dolor y sollozos:

"Hemos pecado y hemos obrado mal

y cometido el mal, y no lo sabíamos hasta hoy.

 

¡Ten piedad de nosotros,

Señor, Señor del Cielo y de la tierra!

porque de ahora en adelante

abjuramos de todos los ídolos".

 

Entonces el santo (hombre) les gritó desde arriba:

 

"¡Levántense con el poder de nuestro Dios!

¡Levantaos en el nombre de nuestro Señor

Jesús el Mesías, Su Hijo amado!".

 

Y al instante se levantaron, y levantaron sus manos al Cielo y gritaron:

"Gloria a Ti, Dios,

Creador del Cielo y de la tierra.

Nuestro Señor se nos ha aparecido;

y sabemos que Tú eres el Dios verdadero,**

y que por Ti este joven fue enviado a la ciudad de Éfeso".

 

Y una nube cubría la ciudad;  y en seguida se oyó un trueno bajo.  Y toda la multitud cayó sobre sus rostros de miedo y dijo:

 

"Te alabamos, Dios escondido,

Que eres invisible,

y he aquí, te has revelado a nosotros

Porque te hemos rogado.

Te confesamos,^

y no hay otro Dios** fuera de Ti"

Entonces San Juan habló con ellos, y les explicaba (^) de la Ley y de^ los profetas, y les enseñaba acerca de nuestro Señor Jesús,^ probando y mostrándoles acerca de nuestro Señor Jesús, que Él es el Hijo de Dios.

Y ellos, después de haber recibido la fe,* suplicaban que pudieran recibir la señal del bautismo, clamando y glorificando a Dios. Y el procurador rogó al santo (hombre), que dijera:

» B. de Qod. ^ B. el Dios de la verdad « B. te alabamos. ^ B. Bddafor m. « B. añade todo. ^ B. añade el Mesías. « B. Y los que habían recibido el bautismo. Digitalizado por VjQOQ IC

 

Juan EL HIJO DE ZEBEDEO. 49

Y le dijo:

«Si quieres, señor mío, que salgan pregoneros por la ciudad  y proclamen: «El que crea en el Hijo de Dios, venga a bautizarse y sea purificado de la inmundicia»; y nosotros, vayamos al lugar donde está la pila, y a todo el que venga, dele la señal, para que viva y no perezca».

San Juan dijo al procurador:

 «Bien has hablado, señor mío; así haremos, según tu mandato». Y en seguida se levantaron ambos, y el procurador hizo una señal con la mano para que se callaran. Y cuando habían callado, les dijo: "A vosotros os hablamos,* vosotros, niños nuevos, a quienes el Evangelio de Dios ha ganado. Hoy, estamos todos reunidos sin tumulto, vamos al teatro, y allí recibiréis la señal de la vida".

Entonces ellos, estando reunidos, formaron bandos en orden, mientras gritaban y decían al procurador: "¿Cómo debemos cantar y cantar?" El procurador les dijo: "Decid y cantad así, hasta que entréis:

¡Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu de santidad! [xa]

Señor, ten piedad de nosotros".^"^

Y el sonido de su clamor se extendía fuera de la ciudad más de cinco millas. ; Y vinieron y entraron en el teatro.

Entonces vinieron el procurador y Juan, y entraron en el teatro* Entonces el santo (hombre) respondió e hizo una señal con su mano para que la multitud se callara. Y cuando se callaron, el santo (hombre) se puso de pie en los escalones y San Juan dijo: "Levántate en oración". >> A^iM se ha omitido accidentalmente en A. ^ B. agrega: y las tres primeras manos gritaban así, y las nueve últimas respondían: "Señor, ten piedad de nosotrosJ**

50 la historia de JUAN

Y ellos miraron hacia el este, y cayeron sobre sus rostros, y decían:

"Señor, ten piedad de nosotros".

Entonces los sacerdotes, cuando todo el pueblo estaba acostado sobre sus rostros,* llegaron (y) entraron los últimos de todos, y caminaban descalzos y ceñidos con cilicio, con polvo echado sobre sus cabezas y sus rostros cubiertos de hollín, y se lamentaban y clamaban:

 

"^ Tú Dios, que moras en el Cielo,  ten piedad de nosotros;

hemos pecado ante Ti, y hemos hecho pecar

a muchas almas sin número;

no es difícil para Ti perdonarnos, si quieres",

 

Y cuando hubieron dicho estas cosas, Juan se levantó de su oración y dijo:

 

"^Levántate en el poder de Dios".

 

Y cuando se hubieron levantado, concluyó la oración, y todos respondieron "Amén".

Y se volvió y miró a los siete sacerdotes, que estaban de pie con vestiduras viles, con sus cabezas inclinadas hacia el este y sus manos levantadas al cielo, (ou) y lágrimas sin fin corrían de sus ojos y goteaban sobre sus mejillas ennegrecidas.

Y cuando el santo (hombre) los vio, se entristeció y lloró, y el procurador con él; y toda la multitud estaba llorando.

Y el santo se arrodilló, y oró, y dijo:

"Dios misericordioso, Padre y Enviado de nuestro Señor Jesús el Mesías,  Tú, Señor, has dicho:

^ Si el pecador se apartare de su pecado y hiciere justicia delante de mí, por esa justicia, que ha practicado, vivirá.'**

Te pido, Señor, ^ Rebordeando con B. ft^?JW v DC CO ^:iaL . ^ Ezequiel, cap. xxxiii. 14 — 16. Digitalizado por VjOOQIC

Juan EL HIJO DE Zebedeo 51

Ten piedad de la obra de tus manos y no te disgustes por ella.

Que sean recibidos estos, que perecían*

Como ovejas que no tienen pastor,

y que alaben tu gran y terrible nombre

y a tu amado Hijo nuestro Señor Jesús el Mesías,

porque a Ti^ y a Él y a tu Santo Espíritu

Es gloria y honor por los siglos, Amén".

 

Y toda la congregación respondió: "Amén".^^

Entonces se levantó y los llamó, pero no podían hablar por el llanto y los sollozos. Y se acercó a ellos tomando al procurador de la mano, y habló con ellos, pero ellos no hablaron.

 Y el santo (hombre) hizo la señal de la cruz en la frente de cada uno de ellos. Entonces hubo un clamor de toda la multitud, y las lágrimas de San Juan corrían por de. Y les dijo: ^^

Tened ánimo; No hay ninguna forma de cortar la esperanza. La esperanza fue dada a los hombres por el nacimiento del Hijo de Dios de la Virgen, (ca) Abrid vuestras bocas y hablad con nosotros. Somos vuestros miembros, y estamos formados del mismo material del que vosotros estáis formados.

Somos creados por un solo Dios, y somos una sola alma. No temáis. Él* no os rechazará; no os rechazará; no se disgustará con vosotros. He aprendido de Él, que si creéis en Él, os alegraréis en la mesa de su reino.''

Entonces aquellos sacerdotes respondieron y dijeron ante la multitud: "¿Cómo puede hablar nuestra boca engañosa? ¿Qué podemos decir? porque el rostro de nuestro corazón está más ennegrecido que nuestro rostro externo. No podemos abrir nuestra boca para hablar. Pero esto lo sabemos, y>> a B. Dios. e2

 

62 LA HISTORIA DE JUAN

Creemos y declaramos verdad que hay un solo Dios, que creó el mundo por su gracia, y su único (y) amado, nuestro Señor Jesús el Mesías, que vistió el cuerpo' de la santa Virgen; y ya sea que muramos, o que vivamos, no conocemos a otro hombre.

¡Ay de nosotros, entonces, si Él no tiene misericordia de nosotros y no nos perdona; porque tenemos muchos bienes y oro que pasa, y con estas almas lo hemos adquirido!'

Y el procurador deseaba que se acercaran a él, porque estaban lejos de la multitud (vj) y estaban solos.

Y cuando fueron a acercarlos y ponerlos en medio, los sacerdotes dijeron:

"Os rogamos que no ensuciéis vuestras manos con nuestro hedor. No nos acercaremos más que aquí, si así lo quiere Aquel en cuyo nombre hemos creído".

 Y era aproximadamente la hora tercia de aquel día. Y el santo (hombre) respondió y dijo al procurador: "Ordena, señor, que entre agua en la pila. Debemos bautizar a esta asamblea y hablarles la palabra de vida. Y manda que se pongan mesas por toda la ciudad, y a quien quiera comer, nuestro Señor Jesús, que satisfacio a miles en el desierto, preparará (un banquete) delante de él.''

Entonces el procurador llamó a Menelao su hijo, que volvió a la vida, y le dijo: "Toma diez hombres, y que cada uno de ellos vaya y te provea*" cien hombres de aquellos que han recibido la señal del bautismo, y que pongan las mesas, >>a B. que se hizo hombre, ^ B. omite a hoh/. ^ B. añade mt^ hijo.

 

Juan EL HIJO DE ZEBEDEO, 52

y preparad un gran banquete/' Y ellos fueron e hicieron conforme al mandato del procurador.

Y San Juan se levantó del banco en el que estaba sentado^ y fue a los sacerdotes, y tomó la mano de su jefe, que se llamaba Apolo, y la mano de otro, que se llamaba Dionisio, y los atrajo hacia sí, y les hablaba * la palabra de Dios, y la interpretaba,** ( jjj) y los exhortaba»

Y los sacerdotes Apolo y Dionisio decían en voz alta: ^*

 Ten piedad de nosotros, Hijo de Dios, y acércanos a Tu Padre, te rogamos, Si hemos de ser castigados por nuestra maldad, que no sean castigados estos, porque los hemos desviado de Tu camino.

Te suplicamos, Señor misericordioso,

ten piedad de nuestra maldad.

Si tu justicia nos juzga,

no permitas que éstos sean juzgados,

porque nuestra, Señor, es su corrupción.

Y todo el pueblo lloraba.

Y cuando la pila estuvo preparada, el procurador ordenó que se trajera aceite.

Entonces San Juan se levantó y oró y dijo:

 

"Gloria a Ti, Padre* e Hijo y Espíritu de santidad,

por los siglos de los siglos, Amén".

 

B. y hablaron.^ B. añade a ellos. "" B. omite Señor. *• B. omite Señor, « B. al Padre, 54 IHB

 

54 HISTORIA DE JUAN

 

Y ellos respondieron después de él: "Amén". Y él dijo:

 

^'Señor Dios Todopoderoso,

que tu Espíritu de santidad venga

y descanse y more en el aceite y en el agua;

y que sean lavados y purificados de la inmundicia;

y que reciba el Espíritu de santidad por medio del bautismo;

y que después te llamen * Padre nuestro que estás en el Cielo.'

Sí, Señor, santifica esta agua con tu voz,que resonó en el Jordán

y dejó salir a nuestro Señor Jesús (as) con el dedo, (diciendo:) ^

Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, a Él oíd/*

Tú (\k) estás aquí, quien estabas en el Jordán.

Sí, te ruego, Señor, que te manifiestes aquí

Ante esta asamblea

que ha creído en Ti con grandeza,

y que las naciones de la tierra oigan

que la ciudad de Éfeso fue

la primera en recibir

 Tu evangelio antes que todas las ciudades,

y se convirtió en una segunda hermana

 de Tjrhai (Edesa) de los partos.''

 

Y en esa hora el fuego se extendió sobre el (^ y las alas del ángel se extendieron sobre el aceite; *  y toda la asamblea gritaba, hombres, mujeres y niños:

"Santo, santo, santo. Señor Todopoderoso,

de cuyas alabanzas se alaban el Cielo y la tierra".

 

Y al instante la visión fue quitada. Y los sacerdotes cayeron sobre sus brazos y lloraron* Y Juan se acercó y los levantó, y dijeron:

 

"Creemos en el nombre del Padre y del Hijo

y del Espíritu de santidad,

y nunca más sabremos nada.''

 

Y Juan se acercó, y los lavó (limpió) del hollín, y los ungió con aceite, y los ungió en el nombre del Padre y del Hijo en el Espíritu de santo, para el perdón de las deudas y el perdón de los pecados. Y Juan dijo al procurador: ^Ordena que vayan a buscar pan blanco y vino, mientras se bautiza a toda la multitud

'^ S. Mateo, cap. iii. 17 (cap. xvii. 5). ^ B. i^t TuoUf U^he9U9* ^ B. inter.

 

Juan EL HIJO 07 ZEBEBEE. 55

 Y fueron, prepararon y dispusieron todo.

Y cuando toda la multitud fue bautizada, los sacerdotes dijeron: ^^ Hermanos y padres* e hijos, (j^) hoy llevamos la Cruz de nuestro Señor Jesús el Mesías. ¿Por qué están sobre las puertas de nuestra ciudad las imágenes de la hija de Satanás? Vayamos (y) derribémoslas y quemémoslas, y coloquemos sobre todas las puertas la Cruz de nuestro Señor Jesús el Mesías.'' Y toda la multitud gritaba:

 

**¿Dónde vamos a hacer una iglesia?''

 

Y San Juan estaba contento y alegre; y dijo al procurador: "Mira, señor, donde te plazca".

Y escogieron un lugar que les parecía apropiado, y llevaron la cruz y fueron allí, y colocaron allí la cruz, y sobre las puertas de toda la ciudad cruces.

Y el santo oró, y ofreció el sacrificio eucarístico, y les permitió participar del cuerpo y la sangre del Mesías; y allí se reunían todos los domingos, y partían el pan juntos, y participaban del cuerpo y la sangre de nuestro Señor.

Después de estas cosas, cuando el Evangelio se estaba extendiendo por las manos de los Apóstoles, Nerón, el rey impuro, impuro y malvado, oyó todo lo que había sucedido en Éfeso. Y envió a tomar todo lo que tenía el procurador, y lo encarceló; y apresó a San Juan y lo llevó al exilio; y dictó sentencia sobre la ciudad para que fuera escondida y desolada.

Y después de tres días, los hombres creyentes de la ciudad se reunieron (ftlfl») y se aconsejaron unos a otros y dijeron: » B. maestros, ** B. omite todo, * B. toent.

 56 LA HISTORIA DE JUAN

"Reúnanse todos en la iglesia y vean lo que cada uno está dispuesto a dar, y tomen un soborno y ofrézcanlo a este malvado gobernante, y él nos entregará a este (hombre), que nos desvió por error hacia nuestro Señor".

Y cuando habían tomado este consejo, juntaron trescientas libras de oro, y tomaron diez hombres, y subieron a bordo de un barco para ir a Nerón, el malvado rey, y dar el soborno, y traer de vuelta al santo (hombre).

Y cuando habían ido y entrado en Roma, a media noche, cuando el impuro Nerón dormía, el Señor le envió un ángel; y se le apareció en una llama y portando una espada, y lo despertó. Y cuando abrió los ojos y lo miró, gritó y dijo:

 

"Te ruego, ¿qué tengo que ver contigo?"*

 

El ángel le dijo: ^^ Envía de vuelta al hombre a quien tomaste de Éfeso y arrojaste al destierro; y si no, esta espada entrará en tu inmundo corazón antes que salga el sol.^'

Y el ángel lo hirió ^ y le quitó el habla, y aullaba como un perro. Y sus siervos vinieron cuando oyeron su lamentación, y le dijeron:

 *'¿Qué te pasa, mi señor el rey?" E hizo una señal, y le trajeron tinta y una hoja de papel, y escribió: "En seguida, —si ^es posible, hoy—que Juan, el hijo de Zebedeo, el galileo, a quien traje de Éfeso, pase la noche en ella".

Y también escribió, y envió (palabra) a Éfeso rápidamente, para que todos (.a») que estaban en prisión, salieran e hicieran lo que quisieran.

f^^^ = rayos ? ^ B, en tu corazón inmundo A^ en el momento en que el sol salía, el ángel lo hirió.

 

 EL HIJO DE ZEBEDBB. 57

Y allí había diez marineros y hombres vestidos de armas; y tomaron las cartas escritas por la mano del rey, y subieron a bordo del barco, y fueron (y) encontraron a Juan a mediodía arrodillado y orando.

Ellos le dijeron: "El rey ha ordenado que te llevemos al lugar donde estabas." Y lo tomaron, subieron a bordo del barco, y navegaron en paz por el mar, y lo condujeron a la puerta de Éfeso, y regresaron a Roma.

Y aquellos hombres que habían traído el soborno, cuando oyeron que el santo (hombre) había regresado a Éfeso, dijeron:

"Te adoramos, Padre e Hijo y Espíritu de Santidad, que has hecho lo que deseaban tus temibles".

Y subieron a bordo del barco, y trajeron esas trescientas libras (de oro) con ellos, y vinieron. Y cuando habían entrado en Éfeso, mostraron^ el oro y narraron todo lo que había sucedido, y hubo alegría en toda la ciudad; y tomaron consejo unos con otros, y depositaron el oro en una casa, y contrataron artesanos, y construyeron con él dos iglesias para el culto de nuestro Señor Jesús el Mesías.

Y San Juan se levantó (y) se sentó en la choza; y hasta que los hombres libres de la provincia de Asia se reunieron con él, y él estaba enseñando y predicando acerca de nuestro Señor Jesús; y la palabra de Nerón fue establecida sobre su propio lugar, pero (.i^) no se atrevió de nuevo a dar órdenes con respecto a la provincia de Asia. Fue este hombre sabio, quien mató a Pablo y Pedro. , Y después de un largo intervalo, cuando los Apóstoles >>a B. omite la puerta de. *• B. y mostró .... • ciudadj tomaron consejo.

 

58 EL testimonio DE JUAN

oyeron todo lo que había sucedido en toda la comunidad de los efesios, y se asombraron, y dijeron:

 

"Esto no es gran cosa para nuestro Señor Jesús, p

ero para nosotros es maravilloso".

 

Y Pablo pedía e invocaba a los Apóstoles que le permitieran oír la historia de San Juan; y todos los días y todas las horas suplicaba a Dios que le permitiera ser considerado digno de verlo.

Y cuando el Evangelio surgió en el mundo, el Espíritu de santidad quiso, y Mateo fue movido y compuso el Evangelio; y después de él, Marcos; y después de él, Lucas. Y escribieron y enviaron (palabra) al santo Juan para que él también escribiera, y le informara acerca de Pablo, que había entrado en el número de los Apóstoles.

Pero el santo no quiso escribir el Evangelio, pues no debía decirse: «Es un joven», si Satanás sembraba la discordia en el mundo. Y cuando los apóstoles habían viajado por los países, y habían plantado la cruz, y ésta se había extendido por los cuatro puntos cardinales del mundo, se levantó Simón Cefas (Pedro), tomó consigo a Pablo y fue a Éfeso, a Juan.

Y se regocijaron con gran gozo, y predicaban sin impedimento acerca de nuestro señor Jesucristo. Y subieron al (sfl>) lugar santo (mBn),"" y lo hallaron {oa^ong* Y se saludaron unos a otros, y se regocijaron con gran gozo^ * Rezando con B. X^f^Ck , y el objeto que estaba en pie era .., >>w^nX^ * Sobre el tema itf ^1 (más típicamente f^2A<U , también Hdator^ y »snai)» flee Payne Smith's Thdsaurufi Syiiiaous, fasc. 1, ooL 114^ art 3Mr^ • ^ B. añade el Mesías. <" B. S. John.

 

 Juan EL HIJO DE Zebedeo* 59

y se contaron entre sí todo lo que nuestro Señor Jesús había hecho, y había designado sacerdotes a hombres creyentes.

Pedro y Pablo entraron en Éfeso un lunes^ y durante cinco días estuvieron persuadiéndolo, mientras se regocijaban, para componer un Evangelio, pero él no quería, diciéndoles:

 

"Cuando el Espíritu de santidad lo quiera, lo escribiré".

 

Y el domingo, por la noche, a la hora en que nuestro Señor se levantó del sepulcro, los Apóstoles dormitaron y durmieron. Y en ese glorioso momento de la Resurrección, el Espíritu de santidad descendió, y todo el lugar en el que vivían estaba en llamas; y aquellos hombres que estaban despiertos, despertaron a sus compañeros, y se asombraron.

Y Juan tomó papel, y escribió su testimonio en una hora, y se lo dio a Pablo y a Pedro.' Y cuando salió el sol, descendieron a la casa de oración, y lo leyeron ante toda la ciudad, y oraron, y participaron del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesús.

Y vinieron al santo (hombre), y permanecieron con él treinta días; y luego llegaron a Jerusalén, a Jacob (Santiago), el hermano de nuestro Señor, y de allí vinieron a Antioquía.

Y el santo (hombre) se sentó en la choza verano e invierno, (0109) hasta que tuvo ciento veinte años^ y allí su Maestro lo enterró ^ en ese lugar, como Moisés fue enterrado en el Monte Nebo.

Todo aquel que crea y dé crédito a las , señales, que nuestro Señor hizo por manos de los Apóstoles, hallará misericordia en el día del juicio.>>Y a los a B. a Pedro y a Pablo. ^ B. añade y oculta.

 

60 HISTORIA DE JUAN, HIJO DE ZEBEDEO.

Espíritu de santidad, que está en el Padre y en el Hijo, todo es fácil.

Y los hijos de la Iglesia, sin división, ofrezcan alabanza, sin cuestionar, al Padre y al Hijo y al Espíritu de santidad, por siempre. Amén.

Aquí termina la Doctrina de Juan, hijo de Zebedeo, quien se apoyó en el pecho de nuestro Señor Jesús en la cena,* e instruyó, enseñó y bautizó en la ciudad de Éfeso. >>^ B. omite esta cláusula. UN ACUERDO DEL FALLECIMIENTO DE SAN JUAN, EL APÓSTOL Y EVANGELISTA .•

Y San Juan estaba con los bienaventurados hermanos, regocijándose y alegrándose en el Señor. Y al día siguiente, que era domingo, cuando los hermanos estaban reunidos, comenzó a decir:

"Mis hermanos y compañeros, y herederos y partícipes del reino del Mesías, sabéis cuánto os ha dado Dios a través de mí, cuántas señales, cuántas maravillas, cuántos dones, descansos, servicios, enseñanzas, reglas, gracias, honras, cuántas cosas veis ante vuestros ojos, que os son dadas, que no son vistas por estos ojos ni son escuchadas por estos oídos.

Sed fuertes en Él, por tanto, recordándolo en cada una de vuestras acciones, y conociendo bien el misterio de la dispensación que ha (venido) a los hombres, por qué fue realizada.

El Señor os suplica -el Señor a través de mí suplica, mis hermanos, e implora- que nos suplica que no permanezcamos insultando, no injuriando, no contaminando.**. » Ver el Texto siríaco, pág. CU»; y compárese con la Biblioteca cristiana antenicena de Clark, vol. xvi., pág. 449. * El texto griego nos obliga a leer: Quienquiera que sea es para que JECe rrmf no sea insultado (ayv^purros en su sentido pasivo, Kll l^\y^ ''^)^ ^^t trazado

 

 


 

62 EL FALLECIMIENTO DE SAN JUAN«

Porque Él conoce el insulto que (viene) de vosotros, Él conoce el desprecio, Él conoce la degradación^ Él conoce la tortura, cuando no obedecéis Sus santos mandamientos. No se entristezca, (w^) p

or tanto, vuestro buen Dios, el clemente, el misericordioso, el santo, el inmaculado, el único, el inmutable, el verdadero, el inocente, el lento para la ira, quien es exaltado por encima de todo apelativo que es dicho o pensado por vosotros - el Dios Jesús. Que se alegre, por tanto, mientras os comportáis bien y vivís puramente; que se gloríe, mientras os comportáis castamente; que no se preocupe,* mientras vivís continuamente en el mundo; que le sea agradable que estéis en comunión; que se gloríe en vuestra castidad; Alégrense en él, mientras ustedes lo aman.

Estas cosas os digo, mis hermanos, mientras me apresuro a la obra que está encomendada, que ya está perfeccionada en el Señor. Porque ¿qué hay que decirles? Ustedes tienen la seguridad de Dios; ustedes tienen la prenda de Su gracia; ustedes tienen Su venida, que no puede ser despreciada.**

Si, por lo tanto, no pecáis otra vez, Él os perdonará aquellas cosas que habéis hecho sin conocimiento; pero si, habiéndole conocido y habiendo obtenido misericordia de Él, no sois injuriados o agraviados…,

 (aveirifiovkevTo^y r^lliAAiliM K^), no os apresuráis o castigáis (dicoAaaTo?, que el traductor parece haber tomado en el ínterin, undiseipUnedj Ueentioue, f^U»^). • Me aventuro a leer r^ij Kii, que no se sienta ansioso ni preocupado, ya que r^vi parece carecer de significado. El texto griego tiene &va9ravi(r$ia (lU i lOlgl— l) aefAvloi rifmv SLva(rrp€ffiOfjJtfiM^, ^ O arrepentido por oraciones. Estas palabras corresponden con el griego

 

EL FALLECIMIENTO DE SAIKT JOHN. 63

Si andáis por caminos semejantes a estos, se os imputarán los pecados anteriores y no tendréis parte en Él ni misericordia.^^

Y cuando les hubo dicho estas cosas, oró así:

 

«Jesús, que trenzaste esta guirnalda con Tu trenzado;

que has unido estas muchas flores a Tu flor que no se marchita;

que has sembrado estas palabras Tuyas; (jjl09)

(que) solo tienes compasión de Tus siervos;

 

médico que curas de balde;

(que) solo eres ministro y no altivo;

Jesús, que solo eres clemente y misericordioso;

cubre con Tu gracia a todos los que esperan en Ti,

Tú que conoces bien los artificios y el saqueo del adversario».

 

Y cuando pidió pan, oró así: **

 

¿Qué alabanza o qué ¿Qué acción de gracias,

al partir el pan, te daremos? Pero a Ti solo, a Ti Jesús el Mesías,

te alabamos, el Nombre del Padre que fue pronunciado."^

Glorificamos Tu entrada por la puerta;

glorificamos la resurrección,

que por medio de Ti nos ha sido anunciada;

 glorificamos Tu palabra. Tu gloria.

Tu perla inefable, Tu tesoro.

 

Tu red, Tu grandeza. Aquel que por nuestro amor

fue llamado el Hijo del Hombre,

la verdad, el conocimiento,

el descanso, la fuerza,

el mando, la libertad de expresión,

la libertad que está en Ti como en la verdad**

Porque Tú eres el Señor,

 que fuiste llamado raíz de inmortalidad,

y fuente de incorrupción y fundamento del universo.**

Por esto reconocemos Tu majestad, que ahora es invisible."

 

• Nuestro texto griego tiene: Ttva atvov r) iroCav irpoa'<l>opav rj riva evxapur- Tiav icAxtfiTes rov aprov hrovoiiAxniifLfv dXA.' ^ <r^ /xovov; So^aiofxtv aov t6 xnrb rov irarpos XexOhf 6vofjM. "¿Qué alabanza, etc., nombraremos, sino a Ti sólo? Glorificamos el nombre que fue puesto por el Padre:'

 

64 EL FALLECIMIENTO DE SAN JUAN.

Y cuando hubo partido el pan, y extendió su mano hacia ellos, y oró por cada hombre, para que fuera digno de la gracia que está en el Señor y de la santa Eucaristía, él también comió, y dijo:

"Y para mí de la misma manera (que haya) una parte con vosotros, y paz, y amor/' (\»)

 Luego dijo a Birrus (Byrrhus): "Toma contigo a dos hermanos, que traigan con ellos cestas y palas,"" y ven tras mí." Y Birrus, sin descuidar, hizo lo que le había ordenado Juan, el siervo de Dios.

Entonces el bienaventurado Juan salió de la casa, y andando delante de la puerta, dijo a muchos que se apartasen de él.

Y cuando llegó a la tumba de un hermano nuestro, dijo a los jóvenes: «Cavad, hijos míos». Y ellos estaban cavando; pero él los instaba con insistencia, y decía: «Que la zanja sea profunda».

Y mientras cavaban, él conversaba con ellos y los exhortaba, consigo mismo y con los que habían salido de la casa, edificándolos y » Aquí me he tomado una ligera libertad con la puntuación del MS., que conecta las palabras t^ll T n^ ^^f^ con la siguiente cláusula. ^ Literalmente, el mundo. * crxa*^ aquí = o-icaf^at, espadas.

 

EL FALLECIMIENTO DE SAN JUAN. 65

Hablándoles de la majestad del Mesías^ y orando por cada uno de ellos.

Y cuando estos jóvenes hubieron terminado la zanja, como él quería, sin que nosotros supiéramos nada,* se despojó de las vestiduras que llevaba puestas, y las echó como ropa de cama en el fondo de la zanja.

Y de pie con su manto** solamente, levantó sus manos y oró así:

 

"Dios, que nos has elegido para el apostolado de las naciones;

que nos has enviado al mundo;

que te has mostrado a través de tus apóstoles; que nunca has estado en reposo de las fundaciones del mundo, sino que constantemente has salvado a los que podían (ser salvados);

que te has dado a conocer a través de toda la naturaleza, y te has proclamado incluso entre las bestias;

que has hecho que el alma desolada, que se había vuelto salvaje, sea pacífica (•j^) y tranquila;

que, cuando estaba sedienta de tu palabra, te has dado a ella;

que, cuando estaba muerta, te has aparecido rápidamente a ella;

que, cuando estaba hundida en el pecado, solo te has mostrado a ella;

que, cuando fue vencida por Satanás, ya te has manifestado Tú mismo te unes a él; que no lo has dejado agitarse como el cuerpo;

que le has mostrado su enemigo; que has hecho una unión limpia;

 

Dios Jesús, Padre de los que están por encima de los cielos,

y Lote de los celestiales. el eterno  protector de los aéreos y de los que están en el eje;

 Temor de los terrenales y paz de los tuyos; recibe el alma de tu Juan,

que quizás sea digno ante Ti, Jesús, que así me has preservado  para Ti puro hasta esta hora, y libre de relaciones con mujeres;

que te me apareciste en mi juventud, cuando deseaba tomar para mí una esposa, y me dijiste: "Me eres necesario, Juan";

que elegiste para mí la infertilidad de cuerpo, cuando tres veces, siendo desobediente, quise casarme; que me dijiste en el mar: "Me eres necesario,  Juan", y si no, te dejaría tomar una esposa, para lamentarte y llorar";

Tú que en el tercer año me abriste los ojos de mi entendimiento y me presentaste mis ojos visibles;

Tú que me hiciste difícil ver y contemplar a una mujer;

Tú que me libraste del espectáculo temporal (o fantasía), y me preservaste para lo que siempre produce fruto; (f^:^)

Tú que me libraste de la locura de la inmundicia que está en la carne;

Tú que me separaste de la muerte amarga y me levantaste a mí que tenía necesidad de Ti;

Tú que refrenaste la enfermedad oculta del alma y cortaste su mala acción;

Tú que afligiste y expulsaste del límite a quien causaba perturbación en mí;

Tú que preservaste mi afecto a Ti sin mancha;

Tú que has establecido mi curso hacia Ti sin resbalar;

Tú que has dado mi fe en Ti (para ser) sin dudar;

que has trazado para mí el conocimiento puro que está en Ti;

que das a cada obra la debida recompensa;

que has puesto en mi alma que no debería tener otra posesión que

¿qué puedo encontrar que sea mejor que Tú?

^ tmd Dios de los celestiales, y ley de los que están en A t. e., de repente, ^ cp i ^ ^!*» ja :| A m . i i , cv fwv^ fr<^ Sty/joKTMp (var. Siypoa-u^). ^ La palabra griega me resulta desconocida, el Sr. Cowper sugiere que es una corrupción de SiKpoara-i^ o S(,- Kpoa'O'u^* F

 

66 EL FALLECIMIENTO DE San Juan

 

Si ahora, Señor, he cumplido la administración que me fue confiada;

hazme digno de tu descanso, presentándome la perfección que hay en Ti,

que es salvación inefable e inefable. Y cuando vaya a Ti, que el fuego se aleje, que la oscuridad sea vencida,

que el pozo se debilite; que la llama se afloje,

que la Gehena se extinga;

que los ángeles acompañen,

que los demonios tengan miedo;

que los príncipes sean arrojados,**

que los poderes de las tinieblas caigan;

que los lugares de la derecha permanezcan,

pero los de la izquierda no;

que el calumniador sea amordazado,

que Satanás sea objeto de burla;

que su obra sea deshecha,

que su gloria sea avergonzada,

que su ira sea en vano;

que sus hijos sean golpeados,

que toda su raíz sea aplastada.

Pero haz que mi camino hacia Ti esté libre de insultos y despojos,

y (concédeme) que pueda recibir las cosas que has prometido a quienes han vivido puramente y te han amado solo a Ti".

Y se volvió hacia el este y glorificó (a Dios), de pie lleno de luz, y dijo: "Sé Tú conmigo, Jesús el Mesías, nuestro Señor". Luego bajó a la zanja, donde había tendido sus ropas, y dijo a Nosotros, »* Aquí nuevamente he alterado la puntuación del manuscrito, leyendo r^x.co . vOM iiuA^a.l . ^ La lectura del manuscrito, ^^^^AiLAliu , parece carente de significado; el griego tiene OpawrOrfriMrav, me he aventurado a leer, con el Decano de Canterbury, «^.j^m30U , f2

 

68 FALLECIMIENTO DE SAN JUAN.

, hermanos míos, la concordia y la paz sean con vosotros,*^, exclamó en su espíritu, gozoso. Que su oración esté con nosotros. Amén.

Aquí termina el relato de Juan el Evangelista. Que su oración esté con nosotros. Amén.

 

 TOMADO por el poder y la gracia de Dios 

yel  deseo profetico del autor original

 

XVI Pewfacio.

Quizás, dentro de algunos años, El Señor considere digno que es hora de publicar una nueva edición de este libro; revisar mi traducción y hacerla más fácil de leer, corrigiendo (esperemos) algunos errores. Mientras lo hace; incorporar mis notas a las suyas; y luego afirmar que ha producido una traducción que "puede considerarse con justicia como independiente",* ^^^ que los más ignorantes o descuidados entre sus lectores probablemente asumirán que es la primera versión inglesa.

** Tal ha sido el destino de los "Documentos siríacos antiguos" de Cureton en este país y tal puede ser el destino de mis "Hechos apócrifos de los Apóstoles".

ACTOS APÓCRIFOS DE LOS APÓSTOLES.

VOL. 2.

Digitalizado al  INGLÉS

ACTOS APÓCRIFOS DE LOS APÓSTOLES,

EDITADO A PARTIR DE MANUSCRITOS DE STBIAC EN EL MUSEO BRITÁNICO

Y OTRAS BIBLIOTECAS POR W. WRIGHT, LL.D., Ph. D.;

REDACTADO Y  TOMADO DE LA TRADUCCIÓN AL INGLÉS, corregida por el don y el poder de de dios donde lo amerite. Compendiado para facilitar su lectura y deleite por la gran audiencia de la fe y no para satisfacer el intelecto carnal y critica del histórico erudito.  El fin es incrementar y fortalecer la fe y el testimonio de los fieles, llevar más almas a dios con la única mira para su honra y su gloria.

 

Traducido justa e independientemente al español.

Por

Miguel Ángel Tinoco Rodríguez

 

VOL. II.

LA TRADUCCIÓN AL INGLÉS. WILLIAMS Y NOEGATE,

14, HENRIETTA STREET, COVENT GARDEN, LONDRES

Y 20, SOUTH FREDERICK STREET, EDIMBURGO. 1871. iv LONDRES :

 

IMPRESO POR GELBRBT Y RIYINOTON, WHITEFRLARS STREET, E.C.,

Y 8T. JOHN'S SQUARE, CLERKBNWELL, E.G.

 

 מַלְאָך תינוק מוֹט-עֵץ- יִשַׁי מִיכָאֵל

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